Revelación y signos de los tiempos - Alfa y Omega

El cardenal Koch es un viejo teólogo curtido en el diálogo ecuménico, que porta en su bagaje algunas dolorosas controversias en su país natal, Suiza, donde comenzó su andadura episcopal. En una entrevista al periódico alemán Die Tagepost, ha mostrado su preocupación por algunos pasos del denominado camino sinodal alemán, que ya ha sido objeto de una corrección explícita por parte de la Santa Sede. El cardenal mostró su turbación por el hecho de que se acepten como nuevas fuentes de la Revelación, en el mismo plano que la Escritura y la tradición, los signos de los tiempos, y advirtió que ese fenómeno ya se produjo cuando los llamados Cristianos alemanes reconocieron una nueva revelación de Dios en la sangre y la tierra, y en el ascenso de Hitler. Esta referencia provocó un gran enfado por parte del presidente de la conferencia episcopal, Bätzing, que exigió una rectificación pública o el cese inmediato del cardenal por parte del Papa.

El cardenal Koch ha reconocido con amargura que incluir esa referencia al periodo del nazismo no ha contribuido a clarificar su preocupación de fondo, y ha asegurado que no pretendía comparar al camino sinodal con la mentalidad pronazi de los Cristianos alemanes, pero se ha reafirmado en la necesidad de aclarar cómo se entiende la Revelación en sus textos, porque esto es fundamental para el futuro de la Iglesia en Alemania. Koch afirma que la fe cristiana debe ser interpretada de manera fiel a sus orígenes, y al mismo tiempo debe tomar en consideración los signos de los tiempos. Estos últimos, reconoce, nos permiten hacernos cargo de la realidad que nos toca vivir y, debidamente interpretados, son una ayuda para el desarrollo de la doctrina. Pero esto es algo muy distinto a considerarlos como fuentes de la Revelación cristiana.

La cuestión se suscitó ya en las primeras comunidades cristianas, a las que Pablo advirtió: «No os ajustéis a este mundo». Lo cual no significa que él no tuviera muy presentes las coordenadas de aquel mundo para su misión. Pero solo si ofrece algo que procede de otra fuente (eso significa revelación), que procede de Dios, la Iglesia seguirá teniendo algo que decir, también en Alemania.