Responsabilidad es más que formas - Alfa y Omega

Responsabilidad es más que formas

La condición del cristiano orienta la asignación de fondos sin buscar absurdamente la arista para poder comprar, o no, una deuda o acción

Alberto José Artero Salvador
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Foto: Freepik.

Vivimos en un mundo en el que lo que no se etiqueta no existe. Las cosas se definen no por lo que son sino por cómo se las denomina. Se pierde la esencia, el fondo, la razón última en aras de un convenio social que la desvirtúa o, simplemente, la edulcora; las más de las veces a través de eufemismos.

Viene esto a cuento de lo que se ha dado en llamar «inversión responsable», como si el peso de dónde se «ponen los dineros» estuviera en el objeto y no en el sujeto. El mundo al revés. Deben ser los principios y valores los que determinen dónde y cómo invertir, no un corsé formal de normas y reglas que definen un entorno. Es la diferencia entre los diez mandamientos y el amar a Dios y al prójimo: sin lo segundo, los primeros se quedan en algo moralmente válido pero carente de sentido espiritual. Una relación de mínimos.

El cristiano, pues, sabe que es custodio de algo que no le pertenece y ha de tomar sus decisiones en función de ello. En el ámbito financiero, su condición orienta la asignación de fondos entre distintos activos sin buscar absurdamente la arista para poder comprar, o no, una determinada deuda o acción. La elección es siempre mucho más fácil.

De hecho, en los últimos años se han multiplicado las opciones para aquellos que buscan ser coherentes entre lo que viven y dónde invierten. Gestoras especializadas en DSI o esos fondos de impacto que, con todos los peros woke que se les puedan poner, buscan transformar directamente la sociedad, son dos ejemplos de ello.

Pero, volviendo a la raíz del asunto, la cuestión es: ¿hasta qué punto mi fe determina mi vida? Porque si la respuesta es totalmente, invertir responsablemente será algo natural. Si nuestra vida de fe es edulcorada, la forma seguirá importando más que el fondo. Pura etiqueta. De ser así, apaga y vámonos.