Respira Perú ha entregado 15 plantas de oxígeno en lo que va de año
La campaña Respira Perú, puesta en marcha entre otros por la conferencia episcopal, es «una muestra» de cómo «la unión de las instituciones nos fortalece», afirmó el ministro de Salud
Uno de los principales hospitales de Perú en la lucha contra la COVID-19 atenderá mejor a sus pacientes gracias a la Iglesia. El 7 de mayo, Respira Perú entregó al Hospital de Emergencia Ate Vitarte, de Lima, una planta de oxígeno. Es la número 15 de las entregadas en lo que va de año por esta campaña puesta en marcha por la Conferencia Episcopal Peruana, la Universidad San Ignacio de Loyola y la Sociedad Nacional de Industrias.
En el acto de entrega participó el ministro de Salud, Óscar Ugarte, que valoró de forma muy positiva el proyecto. «La unión de las instituciones nos fortalece como país», afirmó. «Una muestra de ello es Respira Perú y la labor que está haciendo a lo largo del país. Esta planta será una contribución muy importante para este hospital, que es el buque insignia de la lucha contra el COVID-19».
La nueva instalación suministrará oxígeno de forma permanente a 48 pacientes, gracias a su capacidad de producción de 20 metros cúbicos por hora. Se han hecho cargo de su adquisición la empresa Tecnofil y el Instituto Cultural Peruano Británico.
4.000 respiradores y 90 concentradores
Es la cuarta planta de este tipo que Respira Perú entrega a un hospital de la capital, Lima. También se han entregado a distintos centros sanitarios cerca de 4.000 respiradores Vortran, 91 concentradores de oxígeno, 880 balones y 100 dispositivos reguladores de oxígeno medicinal de alto flujo fabricados en el país. Y se han enviado 9.000 protectores faciales a Huancayo, para repartir en lugares estratégicos como plazas y mercados.
Norberto Strotmann, secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana, agradeció «esta donación que se ha hecho en tiempo récord, y toda esta colaboración interinstitucional». Tal como explicó, solo pasaron dos meses desde que la directora del hospital, Shirley Monzón, les pidió ayuda. «Es bueno saber que no estamos solos en esta lucha, sino que contamos con el apoyo del Ministerio de Salud y la empresa privada», destacó esta durante el acto de entrega.
En el mismo también participó el gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias, Carlos García, que indicó que «el empresariado está plenamente comprometido a ayudar de manera decidida y frenar esta pandemia». Por su parte, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Cultural Peruano Británico, Pierre Montauban, invitó «a todas las organizaciones privadas a sumarse a este esfuerzo. El Perú nos necesita, unámonos todos por un bien común».
Es responsabilidad del Gobierno
Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos para aliviar la emergencia sanitaria, la Iglesia no ha dejado de recordar al Gobierno su propia responsabilidad. Por eso, ha exigido a los dos candidatos a las elecciones presidenciales del 6 de junio que juren «poner en marcha en forma inmediata los máximos esfuerzos del Estado y otros existentes en el país para vencer la pandemia». Esto deberá hacerse «mediante estrategias eficaces con base científica para la prevención del contagio, la aplicación de tratamientos y la vacunación universal». Piden asimismo «el mayor empeño para enfrentar la trágica situación de pobreza y hambre causada por la pandemia».
Es la primera petición incluida en la «proclama ciudadana» por un «juramento por la democracia». El llamamiento parte de la conferencia episcopal, la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas de Perú, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y la asociación civil Transparencia. Y se dirige a Keiko Fujimori y Pedro Castillo, los dos candidatos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. «Hay una necesidad urgente de que quien sea elegido se comprometa con una agenda de los asuntos urgentes del país y con la construcción de un Perú justo y democrático», subrayó Miguel Cabrejos, presidente de los obispos.
Las otras diez peticiones de la proclama incluyen respetar los derechos humanos, abandonar el poder en 2026, respetar la independencia de las instituciones o afrontar cualquier reforma (incluida de la Constitución) «solo a través de los mecanismos constitucionales». Además, los candidatos deben comprometerse a promover una educación de calidad, respetar la libertad de expresión y la libre asociación y luchar contra la corrupción.