Repunta la clase Religión en plena polémica por la nueva ley educativa
La materia, que la reforma educativa del Gobierno deja muy descafeinada, suma casi 35.000 alumnos más en el presente curso gracias, fundamentalmente, al aumento de alumnos que optan por ella en ESO y Bachillerato
Mientras algunos alumnos que necesitan refuerzo o tendrán que afrontar la EVAU vuelven a los centros escolares, con el fin de curso a la vuelta de la esquina, la realidad es que las familias ya están preparando el curso que viene. De hecho, nos encontramos en periodo —retrasado por la pandemia— de solicitudes, matrículas… también de elegir la asignatura de Religión para el año que viene.
Según datos de la Comisión de Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal, este curso que acaba ha registrado un ligero repunte de alumnos que eligieron la clase de Religión, hasta los 3.337.917, casi 35.000 más que el año anterior. Así, el 63 % de los alumnos —un 60,9 % el curso anterior— elige una materia que el Gobierno, en la reforma educativa que propone, la deja sin valor académico, pues no la evalúa, y la coloca fuera del horario lectivo.
La explicación de estas cifras se encuentra en el aumento de alumnos matriculados en la materia en ESO, con más de 43.500 alumnos hasta los 980.997, y Bachillerato, que suma 21.095 más hasta los 223.864. Sí baja ligeramente el número de alumnos en la Educación Infantil y Primaria.
Si tenemos en cuenta el tipo de centro, el 52 % de los alumnos de la escuela pública elige la materia. De hecho, es mayoritaria en todas las etapas salvo en Bachillerato, donde se queda por debajo del 50 %. En los centros privados la opción por la Religión e la del 78 % de los niños y jóvenes.
Para José Miguel García, secretario técnico de la Comisión de Educación y Cultura, los datos y la propuesta de la LOMLOE permiten concluir que «el Gobierno no está escuchando a los padres y a los alumnos, que están diciendo, año tras año, lo que quieren»: la clase de Religión. Oídos sordos que el Ejecutivo ha hecho también ante las aportaciones que en su día se enviaron desde la Conferencia Episcopal cuando el proyecto estaba en fase de consultas: «En el proyecto no aparece ni una de nuestras propuestas. Ni siquiera enviaron acuse de recibo».
Comparte las quejas que padres, patronales y profesores manifestaron en las últimas semanas a través de las redes sociales, tanto por el contenido como por la tramitación de la reforma, «pues ni es el momento ni el procedimiento adecuado», además de que ha habido «falta de diálogo».
Desde Apprece, el sindicato que integra a profesores de Religión de la enseñanza pública, señalan a Alfa y Omega que la LOMLOE «es el modelo de lo que no se debe hacer en política» y confían en que, durante el trámite parlamentario, «se llegue a una fórmula respetuosa para todos» y que perdure en el tiempo.