Razones para creer - Alfa y Omega

Razones para creer

Del 8 al 10 de diciembre, la Institución Teresiana celebra en Madrid, con el Congreso Educa2011, cien años de compromiso en la formación de personas, en el desarrollo de instituciones a través de las cuales la educación y la cultura hagan posible la promoción humana y la transformación social. Escribe la Directora General de la Institución Teresiana:

Colaborador

«Las colectividades, como los individuos, tienen su época crítica en la Historia y ésta suele ser decisiva para la futura suerte de la colectividad misma y hasta de la nación a la que pertenece»: estas palabras de san Pedro Poveda, escritas en 1912, recién iniciada la primera de las Academias (1911) con las que busca completar la formación inicial y proporcionar medios de formación continuada a los educadores, a las primeras mujeres que accedían a los estudios universitarios y que iban a ocupar puestos de responsabilidad en la sociedad, cobran hoy plena actualidad, en relación al desafío educativo del presente. Un reto al que Benedicto XVI ha nombrado como emergencia educativa, invitando a los cristianos a ir «hasta las raíces profundas de esta emergencia», entre las que señala un equivocado y estrecho concepto de autonomía en la persona y en los grupos, así como una falta de horizontes y de referencias auténticas para la actuación humana.

Muy probablemente, quienes están convencidos del significado de la formación y de su incidencia en la sociedad, reconocen en su interior esta pregunta: La actual crisis económica, ¿no se ha gestado en una profunda crisis cultural? ¿No es el resultado de una pérdida de horizontes para la actuación humana?

La Institución Teresiana, junto a otros que trabajan estos cuestionamientos, busca para este nuestro tiempo cómo llevar a cabo la tarea que el Concilio Vaticano II nos dejó a los cristianos, tras afirmar que la misión de la Iglesia es la evangelización: «Alcanzar y transformar, mediante la fuerza del Evangelio, los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modos de vida de la Humanidad que están en contraste con la Palabra de Dios y con su Plan de salvación».

Junto a muchos que se preguntan si es posible la novedad en la educación para responder a los interrogantes de nuestro tiempo, la Institución Teresiana invita a los educadores a mirar de nuevo nuestro presente con la mirada de este profeta -Poveda- que creyó y apostó por la educación y su fuerza transformadora. Fue capaz de promover iniciativas socioeducativas en colaboración con otros, con el corazón y la cabeza en su contexto histórico y cotidiano; supo abrir horizontes nuevos y ofrecer preguntas, programas y proyectos; y aportó a su tiempo y al nuestro la validez de un humanismo vivido desde la fe que encarna la Buena Nueva del Evangelio, en diálogo con las grandes inquietudes de su tiempo y que, como buena noticia para la condición humana, es camino de apertura a la fe, expresada en un cristianismo atrayente y comprometido.

El valor de la educación

Nuestra situación actual es muy diferente de la suya. Pero mantiene en común con su tiempo la necesidad de cuestionar los modos de vivir y ejercer la tarea educativa. Por ello, el Congreso Educa2011 pretende: ampliar las capacidades transformadoras de las personas, desde contextos y culturas diferentes, a través de la educación, y fortalecer el compromiso por la dignidad humana. Asimismo, quiere avanzar nuevos enfoques, desde la memoria del camino recorrido por la Institución Teresiana con tantas personas y entidades tanto públicas como privadas.

Educa2011 es también oportunidad de agradecer a quienes, durante estos cien años, en tantos países y situaciones, han hecho posible una educación humanizadora, al estilo de Poveda. En esta perspectiva, el justo homenaje a la memoria de este educador, reconocido por la UNESCO en 1944 como humanista y pedagogo, y en esta memoria a las personas que hicieron realidad su sueño, simbolizadas en la Doctora Ángeles Galino, es oportunidad para renovar nuestra convicción y nuestra apuesta por la educación, convencidos de que, con ello, abrimos caminos de futuro. Así lo sentimos también en la evocación de la Gaudium et spes: «El futuro de la Humanidad estará en las manos de quienes sean capaces de aportar a las generaciones futuras razones para creer y para esperar».

Esperamos de Educa2011 un relanzamiento de la conciencia social del valor de la educación, del valor del educador y de nuevos modos de pensar y de actuar en este campo. Con una mirada esperanzada a lo que este tiempo nos presenta como retos.

Loreto Ballester