Razón Abierta premia la formación de los líderes del mañana en la Universidad Francisco de Vitoria
Los directores de los proyectos Becas Europa y Escuela de Liderazgo Universitario de la Universidad Francisco de Vitoria, galardonados en la sexta edición de los premios Razón Abierta
Por primera vez un proyecto de la Universidad Francisco de Vitoria ha sido reconocido por los Premios Razón Abierta, que promueve la Fundación vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI junto con esta universidad. En concreto, en esta sexta edición se ha premiado, entre otros, la Escuela de Liderazgo Universitario, cuyos responsables fueron recibidos el pasado miércoles por el rey Felipe VI. Recibirán el premio el próximo mes de octubre.
Recibir este galardón «ha sido una alegría inmensa y un respaldo a que vamos por el buen camino», explica a Alfa y Omega Juan Serrano, su director académico. Porque, señala, se trata de un reconocimiento a un proyecto que nació ya alineado con el objeto del certamen. «Lo que nosotros hacemos ya es razón abierta por su propia naturaleza». «Razón abierta» es una expresión de Ratzinger que remite al conocimiento de la verdad de lo que rodea al hombre abarcando todos los aspectos de la realidad. Es «reconocer en nosotros un modo de mirar que es amplísimo, que lleva a plantearse las grandes preguntas [trascendentes, de sentido] a partir de la ciencia que cada uno hace», apunta Serrano.
El programa de la escuela se articula en torno a ocho módulos a lo largo de cuatro años, que se imparten de manera online (está abierta a estudiantes de cualquier lugar) y que se completan con un programa de acompañamiento por parte de profesores a lo largo de este tiempo. Se trata de una formación en la sensibilidad, el criterio y el carácter, «la triple dimensión del ser humano»: «La dimensión afectiva o la apertura a la belleza, la dimensión racional o intelectual, que es la formación del criterio, y la formación del carácter que es la formación de la voluntad», detalla el profesor.
Así, en la escuela se aborda el conocimiento de la verdad; la tradición occidental a través de los grandes libros; aspectos antropológicos como qué es la persona en relación a la libertad; qué es la ciencia y cómo es su conocimiento; cómo es el cambio a la modernidad; la cultura y la posmodernidad; la cuestión de Dios desde una pregunta teológica experiencial, y el liderazgo y el bien común, esto es, «cómo ser líderes al servicio de la sociedad». En el último curso, los alumnos realizan un trabajo, bien un artículo académico o un proyecto. Entre otros, se han presentado una aplicación para poner en contacto ONG con gente que quiere ser voluntaria o un exoesqueleto para ayudar a personas con deficiencias motoras.
«Para nosotros es un regalo diario», cuenta Carola Díaz de Lope-Díaz, directora ejecutiva del proyecto, ver la evolución de los alumnos, su maduración, «las respuestas a su propia ciencia». «Entran siendo muy niños», pero acaban siendo capaces de llevar a sus ambientes lo que van interiorizando a través de, por ejemplo, la puesta en marcha de encuentros y coloquios sobre cuestiones de calado en sus propios centros académicos. En este sentido, destaca «la regeneración de la Universidad que ejercen estos alumnos en sus centros».
Programa Becas Europa, un viaje al corazón de la Universidad
La Escuela de Liderazgo ha contado este año con 214 alumnos en los cuatro cursos. La mayoría de ellos provienen de Becas Europa, un programa promovido por la UFV y el Banco Santander para que estudiantes de todos los puntos de España que han finalizado 2º de Bachillerato puedan conocer el corazón de la Universidad. Se trata, señala Díaz de Lope-Díaz, de un viaje de 20 días a diferentes universidades europeas durante el verano anterior a que empiecen la carrera, para «descubrir lo que es ser universitario». «En España, la Universidad es casi un 3º de Bachillerato», sostiene. Además, «no llegan con una expectativa de formación integral, sino más bien de preparación para el mundo profesional».
Por eso, añade Serrano, en la selección de los alumnos se valora muy positivamente, además de su expediente académico y nivel de inglés, su apertura a las humanidades, sus inquietudes culturales, su interés por las preguntas antropológicas… Durante todo el viaje, completa la directora ejecutiva, se mantiene la pregunta por la vocación, «que va más allá de la profesión». En esos días mantienen encuentros con rectores, profesores y alumnos, así como una variada agenda cultural. Todo lo vivido lo llevan de vuelta a sus centros de estudio, que no tiene por qué ser la Universidad Francisco de Vitoria.
Los participantes en esta última edición de Becas Europa fueron recibidos, como ya es tradición, por el rey Felipe VI el pasado miércoles, 19 de enero, a la vuelta de su viaje. «Siempre es una alegría el encuentro con el rey. Lo entendemos como un respaldo al programa y a estos jóvenes, llamados a ser los líderes del mañana». A su vez, el monarca «entiende que pueden desempeñar un papel importante en el país», señala Serrano. Los chavales le hacen preguntas y le piden consejo, como por ejemplo, «qué tienen que hacer en su vida profesional para responder a las necesidades del país». Él les habla de los «pilares y valores» para buscar el bien de España. Entre ellos, el servicio, en el que siempre incide. Este año, un alumno le preguntó cómo lo conjugaba con el hecho de «no haber elegido ser rey». Felipe VI les respondió, traslada el profesor, que tenía la ventaja de haber sido formado para eso y de entender muy bien cuál era su posición. «Todo se resuelve en el servicio».