Raquel Pérez Sanjuán: «La Religión debe responder a las finalidades de la escuela»
La directora de la Comisión para la Educación y Cultura de la CEE, recién nombrada miembro del Consejo Escolar del Estado, reconoce que el diálogo con el Ministerio de Educación sobre la asignatura está abierto
La LOMLOE ya está en vigor. ¿Hay algún margen de mejora de la asignatura de Religión en el periodo en el que estamos?
Bueno, en este momento conocemos únicamente el texto promulgado de la LOMLOE que, en la disposición adicional segunda, regula las enseñanzas de la Religión. Como toda ley, necesita un desarrollo posterior; cuando conozcamos el contenido de los decretos podremos ver en qué situación queda. En cualquier caso, por ahora, la LOMLOE establece que se mantiene su estatus de una asignatura más, con su profesorado, su programa y su evaluación. Eso no está en cuestión.
¿Va a tomar la Conferencia Episcopal alguna medida para defenderla? Por ejemplo, judicial.
Habría que hablar de promoción y empeño por que la asignatura de Religión tenga el carácter y dignidad académica que le corresponde. La preocupación de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura es por la educación integral, lo que implica que, estando en el marco escolar, la asignatura deberá responder a las finalidades propias de la escuela. A priori, nuestro objetivo no es judicializar, sino trabajar en diálogo con todos los agentes implicados en la educación para que también la enseñanza de la Religión responda a los tiempos que vivimos. Y, claro, si finalmente no se mantuviera lo que hasta ahora teníamos, en cumplimiento de los acuerdos, y si no quedara más remedio, habría que acudir a la vía judicial. Pero ciertamente la prioridad no es la judicial, sino la del diálogo. Tenemos muchísimos retos por delante en este momento, que son los que deben focalizar nuestras energías.
¿Respeta esta nueva ley educativa los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español en lo que se refiere a educación?
Habrá que ver el desarrollo posterior de la LOMLOE; por ahora, la literalidad de la disposición adicional segunda confirma que sí. Si la ley dice eso, no habría que dudar.
¿Cómo puede afectar el nuevo estatus de la Religión al número de alumnos que la vayan a elegir? ¿Prevén que pueda haber un descenso al no ser computable ni tener alternativa?
Por ahora, creemos que no deja de ser evaluable la Religión. En cuanto a si computa, entendemos que, en su caso, serán los decretos de enseñanzas mínimas en los que se recogerá, tal y como sucedió en 2007. Si no es computable, ciertamente afectará en los cursos superiores, sobre todo en Bachillerato.
Se ha convocado un foro para debatir sobre el nuevo currículo de la clase de Religión. ¿Por qué hay que cambiarlo? ¿Por qué se ha decidido abrir el debate a todos?
Como cada vez que se promulga una nueva ley educativa, el currículo de Religión también queda afectado, como el de todas las asignaturas. Aparte de esto, y de la escucha del profesorado, sí que había un deseo de actualización del currículo de la asignatura, teniendo en cuenta diversos factores. Los cambios que hemos vivido tras la pandemia lo hacen, si cabe, todavía más urgente. En cuanto a la apertura del debate a todos, la reciente experiencia de diálogo sobre el currículo que ha organizado el Ministerio de Educación, y que hemos podido seguir de cerca, nos ha parecido muy positiva. Hemos constatado una vez más algo que por convicción ya conocíamos: que la escucha, el diálogo con los profesores y con los especialistas en enseñanza religiosa escolar, y la mirada a la experiencia de países de nuestro entorno, son elementos necesarios para poder elaborar algo que resulte satisfactorio para todos. Desde la responsabilidad que tiene la CEE, esta dinámica no podía faltar. Y más teniendo en cuenta esa invitación constante del Papa Francisco a iniciar procesos, en los que todos puedan tener una palabra que, sin duda, será decisiva para la elaboración del currículo que presente la CEE y que, posteriormente, habrá de publicar el ministerio.
En el programa de la jornada se abordarán cuestiones como los desafíos de la clase de Religión. ¿Qué debe tener el currículo de la asignatura para responder a estos?
Pues justo eso es lo que deseamos analizar, primero identificar esos desafíos a nivel social, y ver cómo, desde nuestras fuentes epistemológicas, pueden ser abordados en el ámbito escolar. Para ello, tendremos que tener muy en cuenta lo que la psicología y la pedagogía tienen que decirnos.
Participa el secretario de Estado de Educación. ¿Cómo es la relación con el Ministerio de Educación? ¿Siguen los contactos?
La relación con el ministerio está abierta, y nuestra disposición al diálogo no ha variado. Agradecemos que el secretario de Estado de Educación haya respondido favorablemente a nuestra invitación, y deseamos estar en contacto para poder ir respondiendo a las distintas demandas que exige la puesta en marcha de una nueva ley de educación. En ese sentido, seguimos con gran interés todo lo que el ministerio va publicando.
El próximo 23 de febrero se celebra la primera de las cuatro sesiones –el resto serán el 2, 9 y 16 de marzo– del foro online de debate Hacia un nuevo currículo de Religión católica que organiza la Conferencia Episcopal para definir los contenidos de la materia. Participarán, entre otros, el cardenal Angelo Bagnasco y el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana.