Como veis en la foto, los Reyes Magos se adelantaron y visitaron Roma, el día 1 de enero. Cada año, las ofrendas de la Misa de ese día las lleven tres niños vestidos de los Magos de Oriente. Aunque ya ha pasado su fiesta, queremos compartir algunas de las cosas que dice el Papa sobre estos Reyes en su libro La infancia de Jesús.
Desde el principio, la Iglesia ha visto que la visita de los Magos al Niño cumplía la profecía de que los reyes y los pueblos de toda la tierra adorarían al Dios de Israel. Así, los Reyes representan a «los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa. El rey de color aparece siempre: en el reino de Jesucristo no hay distinción por la raza o el origen. En Él y por Él, la Humanidad está unida sin perder la riqueza de la variedad. Más tarde se ha relacionado a los tres reyes con las tres edades de la vida del hombre: la juventud, la edad madura y la vejez», y cómo en cada una se puede encontrar a Jesús. Pero lo más importante –sigue el Papa– es que estos sabios «representan a la Humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo», a través de la religión o la ciencia, aunque todavía no lo hayan encontrado.
Otra cuestión importante sobre los Reyes es que, además de mostrarnos el amor de Jesús a través de sus regalos, también tienen la tarea de seguir llevando ante la cuna del Niño las necesidades y preocupaciones de todos los que se dirigen a ellos. Para ello, en Alcalá de Henares, han estado durante tres días invitados en la casa del obispo, y han querido recoger, para llevarlas a Jesús, cartas con todo tipo de peticiones, «especialmente aquellas que sólo Dios puede cumplir». En su labor de rezar por esa gente durante todo el año, les van a ayudar las religiosas de la diócesis, que se han hecho cargo de las cartas.