«Que Dios muestre el camino para poner fin a la locura de esta guerra»
Francisco de nuevo clama contra la invasión de Ucrania y pide paz social en Sri Lanka y Libia, dos países donde la precaria situación económica ha generado encendidas protestas entre la población
Este domingo el Papa Francisco se ha unido a la preocupación mundial por el deterioro de la situación en Sri Lanka. Al concluir el rezo de la oración del ángelus, el Santo Padre ha hecho un llamamiento a que los responsables políticos del país para que tomen nota del descontento ciudadano: «Me uno al dolor del pueblo de Sri Lanka que sigue sufriendo los efectos de la inestabilidad política y económica. Junto a los obispos del país, renuevo mi llamamiento a la paz e imploro a quienes tienen autoridad que no ignoren el grito de los pobres y la necesidad de la gente».
El Pontífice ha hecho un pequeño recorrido por la geografía de las realidades difíciles diseminadas en todo el mundo y este domingo ha puesto el foco en Libia donde hace unos días un grupo de manifestantes asaltó la sede del parlamento en la ciudad de Tobruk. Protestaban por las lamentables condiciones de vida, la falta de oportunidades y por el fracaso en las negociaciones de paz entre los bandos rivales. «Deseo recordar especialmente al pueblo de Libia, sobre todo, a los jóvenes y a todos los que sufren a causa de los graves problemas sociales y económicos del país. Exhorto a todos a buscar de nuevo soluciones convincentes, con la ayuda de la comunidad internacional, a través del diálogo constructivo y la reconciliación nacional».
Y, por supuesto, en sus oraciones también Ucrania. Prácticamente cada domingo desde que estalló la invasión Francisco hace un llamamiento a la cordura: «Renuevo mi cercanía al pueblo ucraniano atormentado a diario por los brutales ataques que pagan la gente común. Rezo por todas las familias, especialmente por las víctimas, los heridos y los enfermos. Rezo por los ancianos y por los niños. Que Dios muestre el camino para poner fin a la locura de esta guerra».
«Y tú, ¿miras a los ojos de aquella persona?»
Antes del rezo del Ángelus, el Santo Padre ha reflexionado sobre la parábola del buen samaritano para explicar que el cristiano es como el samaritano que está en camino, que sabe que no ha llegado aún y sigue a Jesús. El Papa también ha invitado a ejercitar la compasión y ha puesto un ejemplo concreto de cómo llevarla a cabo, especialmente, «con aquellos que encontramos en el camino, sobre todo, los que sufren y tienen necesidad y a los que hemos de acercarnos y hacer lo posible para darles una mano»: «Muchas veces, cuando me encuentro con algún cristiano o cristiana que viene a hablar de cosas espirituales, les pregunto si dan limosna. “Sí”, me dicen. “Y dime, ¿tocas la mano de la persona a la que das una moneda?”, pregunto. “No, no, la dejo ahí”. “Y tú, ¿miras a los ojos de aquella persona?”, pregunto. “No, no me doy cuenta”. Si das limosna sin tocar la realidad, sin mirar a los ojos de la persona necesitada, esa limosna es para ti, no para la persona necesitada».