Propuestas para vivir el día del Amor Fraterno (Jueves Santo): encender una vela y rezar en la cena y hacer una donación a Cáritas
La Conferencia Episcopal y Cáritas invitan a celebrar la Semana Santa pensando en aquellos que sufren las consecuencias de la pandemia de COVID-19
En pleno impacto sanitario y social de la pandemia del coronavirus, que está causando una grave precariedad social y un intenso sufrimiento en tantas familias de nuestro país, la Iglesia española, a través de Cáritas, la Conferencia Episcopal y sus medios de comunicación (COPE, TRECE y Ecclesia) invitan a vivir la Semana Santa en clave de fraternidad con todos los afectados.
«La celebración del Día del Amor Fraterno en el día de Jueves Santo es un momento privilegiado, en estos días que celebramos como Iglesia la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, para llamar a vivir la fraternidad y hacer vida real el mandamiento nuevo del amor», apunta la Conferencia Episcopal en una nota.
Para ello, Cáritas y la Conferencia Episcopal proponen un gesto para el Jueves Santo bajo el lema La fraternidad alumbra la esperanza: se trata de encender una vela en el momento de compartir la cena, acompañado de una oración-bendición [se puede consultar al final de este artículo].
«Con este gesto se invita a unirse a Jesús en su Última Cena y a todos por los que Él se entrega. En un día donde, a causa del aislamiento, solo hemos podido celebrar la Eucaristía de manera virtual, este gesto nos ayudará a sentirnos, si cabe, más unidos entre nosotros, más en común-unión con todos y con toda la humanidad sufriente por esta pandemia global. Al encender una vela, nos unimos en comunidad fraterna y alumbramos la Pascua que esperamos», explica.
Apoyo económico para los más necesitados
También animan a mostrar la cercanía y la fraternidad con un donativo para las personas que más están sufriendo los efectos del coronavirus. Un apoyo económico que se canalizará a través de Cáritas y su campaña de emergencia Cada gesto cuenta.
«Los efectos del COVID-19 en las condiciones económicas y sociales del país están siendo muy intensos y todo indica que, debido a la crisis de empleo en ciernes y la falta de ingresos a la que ya se enfrentan cientos de miles de familias, las demandas de apoyo urgente van a multiplicarse. En ese escenario, los esfuerzos de acompañamiento de Cáritas estarán, como en ocasiones recientes, allí donde las necesidades de las personas más frágiles sean mayores», añade.
Actitudes para vivir el amor fraternal
Por último, tanto los obispos como la entidad caritativa apunan algunas actitudes que pueden ayudar a vivir el amor fraternal estos días. Son las siguientes:
- Mirada atenta para descubrir la necesidad del otro, comenzando por aquellos con quienes compartimos el hogar y el confinamiento.
- Humildad para reconocer la propia vulnerabilidad y acoger el cariño y la cercanía del otro.
- Ayuda mutua. Es la hora de una fraternidad inteligente, ejemplar y creativa para superar el individualismo y descubrir que nos necesitamos todos.
- Compasión. Sentir con el otro y estar al lado compartiendo desalientos y esperanzas.
- Responsabilidad para cuidarse y cuidar al otro, asumiendo las consecuencias de las propias acciones.
- Amar es dar, es dar-se, ofrecer lo que soy y tengo, aunque parezca insignificante.
- Acompañar como expresión del amor hecho servicio generoso, entregado y cercano.
- Orar contemplando a Cristo en su Cruz y mirando con ternura a todos los que sufren.
- Esperanza, la que viene de Cristo resucitado, que ilusiona y abre al futuro porque con la Pascua llegan días de salvación y alegría.
Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final,
hasta el extremo que se puede amar: dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque en la última cena
partiste tu pan y vino, para saciar nuestra hambre y nuestra
Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos haces UNO contigo,
nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos
a entregar la nuestra…
Gracias Señor, porque en el pan y el vino
nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa
con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Bendice nuestra cena, Señor; bendice a nuestros hermanos más frágiles
y enfermos con quienes hoy nos sentimos especialmente unidos;
que la fraternidad alumbre para ellos la esperanza.
AMÉN.