Profesores, familias y alumnos aprueban a la clase de Religión
El Observatorio de la Religión en la Escuela pone de manifiesto en su último informe el valor de esta materia en el sistema educativo
Los datos no mienten. Y los que aparecen en el último informe del Observatorio de la Religión en la Escuela de la Fundación SM demuestran que la asignatura de Religión goza de buena salud si les preguntamos a sus protagonistas: familias, alumnos y profesores.
Una valoración que va en dirección contraria a la percepción social que se tiene de la materia y que incluye estereotipos muy dañinos y que tienen que ver con el adoctrinamiento, la imposición o los privilegios de la Iglesia… De hecho, una gran parte de los encuestados —se realizaron 18.800 entrevistas— rechazó esas ideas preconcebidas y negativas.
Por ejemplo, más del 80 % de los profesores de esta asignatura creen que ayuda a comprender las culturas, a construir la diversidad social y religiosa en las sociedades actuales, al pleno desarrollo de la personalidad, a una educación de la interioridad y a la formación ética y la ciudadanía global.
En el caso de los alumnos, casi el 60 % afirman que les gusta la clase de Religión y más de la mitad la ven «necesaria para su educación». Además, ocho de cada diez señalan que les ayuda a ser mejores personas, a ser más tolerantes, a conocer otras religiones y a separar el bien del mal.
Los mejores docentes
Otro dato interesante tiene que ver con la valoración que los alumnos hacen de los docentes de Religión. Un 36 % dice que son mejores que los de otras materias, un porcentaje que en los centros públicos se dispara hasta el 51 %.
Por su parte, la opinión de la familias va en la línea que los otros dos colectivos y valoran mucho las contribuciones de la materia: propone valores (83,7 %), aumenta la cultura general (81 %), hace más responsables a sus hijos (60,8 %) y fomenta el espíritu crítico (67,6 %).
En el informe también se pregunta a los antiguos alumnos, que refieren «un notable grado de satisfacción» por haber cursado la asignatura, reconocen que la volverían a elegir y recomiendan hacer lo mismo a las nuevas generaciones.
El 80 % supera los 40 años y casi la mitad de ellos supera los 50.
Está casado en dos de cada tres casos. Un 22 % se encuentra soltero o soltera.
El 71 % de los profesores desarrolla actividades en una ONG o en entidades relacionadas con la promoción de la justicia.
Tres de cada cuatro profesores de centros públicos están asociados sindicalmente. En la concertada, el 27 %.
Un porcentaje elevado tiene otras titulaciones universitarias además de la exigida. El 38 % en Infantil y Primaria y el 75 % en Secundaria y Bachillerato.
El 91 % tiene una práctica habitual o muy habitual. Este porcentaje ha subido desde el 87 % en 2010.
Sin problemas reales
Según Carlos Esteban Garcés, director del Observatorio de la Religión en la Escuela y autor del informe, de este trabajo se extraen una conclusión, una consecuencia y una oportunidad. «La conclusión es que la clase de Religión no tiene problemas reales. Hay una satisfacción generalizada y funciona razonablemente bien. Vista de cerca no es problemática», ha explicado durante la presentación.
En segundo lugar, ha apuntado que esta buena valoración provoca que ya no sean sostenibles algunos estereotipos que pesan sobre ella: «Para explicar los problemas de la Religión hay que ir fuera de la comunidad educativa».
Finalmente, el también coordinador de formación del profesorado de la archidiócesis de Madrid, ha reconocido que este trabajo muestra una oportunidad para apuntalar el futuro de esta materia.