Prior de los agustinos: «Prevost preparó el camino para crecer en África y Asia»

Prior de los agustinos: «Prevost preparó el camino para crecer en África y Asia»

Joseph Farrell, amigo desde hace 30 años de Robert Prevost, hoy León XIV, se convirtió el 9 de septiembre en el nuevo prior general de los agustinos. Destaca de su predecesor su «ejemplo de estar siempre disponible» 

María Martínez López
Farrell recibe al Santo Padre durante una de sus visitas al capítulo general agustino.
Farrell recibe al Santo Padre durante una de sus visitas al capítulo general agustino. Foto: OSA.

—Usted comparte con el Papa León XIV no solo el ser agustinos y el cargo de prior sino el ser estadounidenses. Son amigos desde hace 30 años. ¿Cómo se cruzaron por primera vez sus caminos?
—Conocí a Robert Prevost durante mi año de noviciado en el noviciado interprovincial de Racine (Wisconsin) a mediados de los 80. Él ya tenía experiencia como sacerdote y misionero en Perú y trabajaba para la Oficina de Concienciación Misionera de su provincial de Chicago. Nuestros caminos siguieron cruzándose cuando fue provincial de Chicago y cuando sirvió como prior general en Roma. Tuve la oportunidad de trabajar en varias comisiones nacionales e internacionales, especialmente sobre los jóvenes y el ministerio con jóvenes adultos y colaboramos en algunos eventos y congresos para jóvenes y jóvenes adultos de Estados Unidos.

De 2003 a 2007 fui estudiante de doctorado en Roma y vivía en un edificio al lado de la Curia general, así que me encontré con el prior general, Prevost, varias veces. Cuando volvió a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos, tuve un contacto diario con él porque se unía a nosotros para la oración de la mañana y la Misa y luego volvía a comer.

—¿Qué destacaría de él?
—Su ejemplo de estar siempre disponible a decir que sí a lo que la orden o la Iglesia le pedían es un verdadero ejemplo de fe en la divina providencia.

Foto de familia en el capítulo general. Farrell, a la izquierda del Papa.
Foto de familia en el capítulo general. Farrell, a la izquierda del Papa. Foto: OSA.

—Usted comenzó como vicario general justo después de que Robert Prevost dejara de ser el prior general. ¿Qué legado dejó en la orden?
—Después de servir como prior, Prevost y los miembros del Consejo General que trabajaron con él prepararon el camino para que muchas de las nuevas circunscripciones crecieran, especialmente en las regiones de África y Asia-Pacífico. También nos dejaron una estructura que apoya el trabajo de las comisiones internacionales.

Énfasis en la formación y la comunidad

—Ahora, usted es su sucesor. ¿Cómo ha acogido la elección de sus hermanos para ser prior general?
—Cada seis años la Orden de San Agustín tiene un capítulo general en el que elegimos al equipo que nos va a liderar seis años. En septiembre de 2025, pasamos los primeros dos días del capítulo celebrando Misa juntos y luego dedicando el día a la oración en silencio, la reflexión y la adoración eucarística. También organizamos una peregrinación en grupo para pasar por la Puerta Santa del Jubileo. Los días siguientes fueron de escucha mutua sobre los temas que nos gustaría abordar los próximos seis años. Sabiendo que trabajamos juntos como hermanos y que en el Consejo General colaboramos como un equipo, confío en que seremos capaces de avanzar de forma positive Mirando a Nuestro future como hermanos de la Orden de San Agustín.

—¿Cuáles son los desafíos y las prioridades de la orden en este momento, tanto a la luz de lo hablado en el capítulo general como de su experiencia previa como vicario general?
—Nos vamos a centrar en cinco áreas fundamentales: los programas de formación inicial y continua para los hermanos, los centros de educación agustiniana, cómo compartimos la vida común en comunidad, nuestra misión y actividad apostólica y las estructuras que nos apoyan en nuestra gobernanza y la forma en que nos organizamos geográfica y regionalmente.

—El Papa León XIV estuvo en dos ocasiones en el capítulo. ¿Cómo integrarán los consejos que les dio? ¿Qué espera el Santo Padre de su congregación?
—El Papa nos anima a vivir nuestra vida de comunidad prestando atención a nuestras raíces y también al nuevo crecimiento de la orden. Nuestro programa de formación inicial contribuirá al nuevo crecimiento y el de formación continua seguirá prestando la atención debida a las raíces de quiénes somos y en hombros de quién estamos.

Foco en san Agustín

—¿Ve algún tipo de vocación para la orden en el hecho de que el Pontífice sea agustino?
—En la orden siempre rezamos unos por otros y por el ministerio al que estamos llamados como hermanos, hermanas, contemplativas y laicos. De forma especial estamos llamados a rezar de forma más intensa y frecuente por nuestro hermano, que fue elegido el 8 de mayo para la sede de Pedro.

El Pontífice y el prior durante el capítulo
El Pontífice y el prior durante el capítulo. Foto: OSA.

—Su tesis doctoral giró en torno a la espiritualidad agustiniana de la responsabilidad. ¿Cómo cree que esa espiritualidad que comparten ayudará al Santo Padre a llevar adelante la mision que tiene encomendada, la de mayor responsabilidad en la Iglesia?
—No he tenido ocasión de hablar con él de este tema, fue hace muchos años. Sin embargo, ya hemos visto cuánto aprecia León XIV la enseñanza, la espiritualidad y la eclesiología de san Agustín. Ha confiado en este gran obispo norteafricano del siglo V para que le asista en su ministerio.