Primer revés judicial a los obispos de Estados Unidos a cuenta de los refugiados
Un juez ha rechazado la petición de los prelados de congelar la orden de Trump de suspender los fondos para el servicio de reasentamiento
El juez estadounidense Trevor McFadden se negó el pasado jueves a bloquear de inmediato la orden del presidente Trump de suspender los fondos destinados a la acogida de refugiados en el país. Los obispos de Estados Unidos habían presentado esta demanda dos días antes en el tribunal de distrito del distrito Columbia —donde se encuentra la capital, Washington D. C.—, declarando la decisión presidencial como «ilegal y dañina para los refugiados recién llegados».
En esta primera batalla legal, el juez McFadden rechazó su solicitud. Consideró que los demandantes «no han presentado las pruebas necesarias» para llevar a cabo «una medida extraordinaria que debe concederse con moderación», según informa la agencia AP.
De esta manera, los obispos estadounidenses se han llevado su primera derrota en los tribunales a cuenta del trato a los refugiados, aunque el mismo juez McFadden reconoce en su sentencia que su fallo es «muy provisional». De hecho, ha convocado una nueva vista el próximo viernes para que ambas partes, la Administración Trump y el episcopado, acepten un servicio de mediación llevado por un magistrado federal.
Se trata de un primer desencuentro en tribunales desde que el presidente Trump anunciara medidas más restrictivas en materia de inmigración. En concreto, tras tomar posesión del cargo ordenó deportaciones masivas de migrantes no autorizados, canceló las citas de regularización, revocó el estatus de protección temporal para personas de varias naciones en crisis y facilitó los arrestos en lugares de culto, escuelas y otros lugares donde pueda haber inmigrantes sin papeles.
Antes de presentar su demanda, la portavoz de la conferencia episcopal, Chieko Noguchi, dijo que en los últimos años la Iglesia ha ayudado a casi un millón de personas «a encontrar seguridad y construir sus vidas en Estados Unidos». Por ello, pidió al Gobierno «cumplir con sus obligaciones legales y morales hacia los refugiados».