Primer mensaje de Gloria Narváez, liberada de los islamistas: «Dios os lo pague»
«He sentido» a Dios «cercano en este cautiverio», subraya Gloria Cecilia Narváez en un vídeo difundido este domingo, en el que de las gracias por todas las gestiones de las autoridades y por la oración por ella
Este domingo, la religiosa franciscana misionera de María Inmaculada Gloria Cecilia Narváez, liberada el día 9 tras cuatro años secuestrada por yihadistas en Malí, lanzó un mensaje público por primera vez. Y lo hizo, en primer lugar, dando gracias a Dios «porque lo he sentido cercano en este cautiverio»: «¿Cómo pagará el Señor todo el bien que me ha hecho? Nuestro Dios es un Dios grande, lo que quiere lo hace en el cielo y en la tierra». Así comenzaba el vídeo que difundió por medio de las redes sociales.
A continuación, la religiosa desgranaba su gratitud hacia todas las personas que habían contribuido a su liberación con sus llamamientos públicos y gestiones. Citaba personalmente al Papa Francisco; al presidente colombiano, Iván Duque, y al cardenal Jean Zerbo, arzobispo de Bamako (Malí). Pero también a los gobiernos italiano (junto con sus organismos de Inteligencia), colombiano y maliense; a la Embajada de Colombia en Italia y a las conferencias episcopales de estos países.
En segundo lugar, Narváez daba las gracias a «todas las personas que oraron por mí e hicieron posible mi liberación, y aquellas que me han fortalecido y acogido con sus detalles y gestos de fraternidad». Mencionaba a todos los religiosos y religiosas, grupos parroquiales y de oración y laicos comprometidos. Y, especialmente, a todas las personas de las instituciones educativas de su congregación, desde el personal docente hasta los alumnos y exalumnos. El mensaje terminaba con «un sincero Dios os lo pague» antes de despedirse «fraternalmente».
Filial de Al Qaeda
Gloria Cecilia Narváez, de 58 años y religiosa de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue raptada el 7 de febrero de 2017 por hombres armados en la población de Karangasso, en el sur de Malí, donde trabajaba en un centro de salud, a unos 300 kilómetros al este de la capital, Bamako. A lo largo de los años, el grupo yihadista Frente al Nusra para el Islam y los Musulmanes, que aglutina varias facciones activas en la zona del Sahel, ha publicado varias pruebas de vida de la rehén. En una de ellas, había llegado a pedir un rescate.
La Presidencia de Malí informó el sábado 9 de octubre de su liberación, que se había producido un par de días antes. Al día siguiente, la religiosa asistió a la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos, en la basílica de San Pedro, donde saludó y recibió la bendición del Papa Francisco.