Primer golpe de León XIV a las mafias en el Día Mundial Contra la Droga
En un acto con exadictos en el Vaticano denuncia que «es más fácil hacer la guerra a los pobres» que desmantelar a las «organizaciones criminales»
Durante un encuentro celebrado en el Cortile de San Dámaso del Vaticano con motivo del Día Internacional contra el Tráfico Ilícito de Drogas, León XIV ha denunciado que «existen enormes concentraciones de intereses y organizaciones criminales ramificadas que los Estados tienen el deber de desmantelar». Sin embargo, ha dicho a renglón seguido, «es más fácil luchar contra sus víctimas».
El Papa ha criticado abiertamente las políticas represivas que castigan a los más débiles en el sistema del narcotráfico. «Con demasiada frecuencia, en nombre de la seguridad, se ha hecho y se hace la guerra contra los pobres, llenando las cárceles de quienes no son más que el último eslabón de una cadena de muerte». «Los que tienen la cadena en sus manos, sin embargo, consiguen ganar influencia e impunidad», ha protestado.
Este acto, que se enmarca dentro del Jubileo de 2025, ha contado con la participación de personas que han sufrido en sus propias carnes el flagelo de las adicciones, «pero también el renacimiento, la “libertad” de la “prisión invisible” que representan las drogas». Y ha definido el encuentro como «una oportunidad para lanzar un fuerte llamamiento contra quienes hacen de la droga y de cualquier otra adicción —pensemos en el alcohol o el juego— su inmenso negocio».
León XIV ha reivindicado una visión distinta de las políticas públicas y del propio papel de la Iglesia porque, a su juicio, «nuestras ciudades no deben librarse de los marginados, sino de la marginación». Y «no deben limpiarse de los desesperados, sino de la desesperación». En su discurso, ha citado la Evangelii gaudium de Francisco para subrayar la importancia de integrar a «los diferentes» y construir «relaciones que favorecen el reconocimiento del otro».
Para el Papa, «un testimonio de libertad» es precisamente la presencia de quienes han superado las adicciones. «Al encontrarme con vosotros pienso en el abismo de mi corazón y de todo corazón humano», ha dicho parafraseando a san Agustín. Esa búsqueda de sentido, ha asegurado, se debe hacer en comunidad. «Solo así podemos vencer el mal y solo así podemos alegrarnos más», ha prometido.
También ha reconocido que el compromiso por la justicia puede generar represalias de los verdugos. Un mensaje que la sociedad italiana, que ha sufrido y sigue sufriendo a las mafias, comprende muy bien. «El martirio también puede experimentarse hoy cuando, por ejemplo, el compromiso por la restitución y redistribución de la riqueza injustamente acumulada se convierte en motivo de oposición», ha concluido.