Los presos que hicieron los confesionarios de la JMJ de Lisboa: «Pongo mi esfuerzo, amor y dedicación»
150 piezas en forma de casa se distribuirán en el Parque del Perdón del 1 al 4 de agosto. Para los internos, fabricarlas ha sido una distracción que les ha hecho sentirse parte de la JMJ y en la que han puesto toda su alma
La misericordia de Dios llegará a los jóvenes participantes en la JMJ de Lisboa en unos confesionarios que presos portugueses se afanan en preparar desde los talleres de sus cárceles. Gracias a un acuerdo firmado entre la Fundación Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023 y la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios de Portugal, los 150 confesionarios que se distribuirán en el Parque del Perdón saldrán de tres cárceles portuguesas, las de Coimbra, Paços de Ferreira y Oporto.
«Es una forma de mostrar a la comunidad, a la sociedad, que aquí se hacen cosas buenas», ha señalado José Antonio da Silveira, director de la prisión de Paços de Ferreira, en un reportaje publicado en la web oficial de la JMJ Lisboa 2023. Proyectos como este, ha destacado, «con una dimensión global», acercan los establecimientos penitenciarios a la sociedad.
En esta cárcel, un equipo de entre seis y siete internos han construido 50 de los confesionarios, en madera cortada, lijada, pintada y montada. Fernando Pinto es uno de ellos, dedicado en exclusiva al proyecto. «Fuera de aquí, esto es en lo que llevo trabajando desde pequeño», cuenta, lo que le hacen más llevaderas las horas en prisión y «me alivia más la cabeza».
«Siempre he sido católico», afirma, y tanto «dentro» como «fuera» de prisión acostumbra a ir a Misa. Sobre la llegada del Papa Francisco a Portugal, considera que será «bueno, nos ayuda un poco más».
El proceso de trabajo no ha sido fácil debido a la excarcelación de algunos de sus miembros, lo que en parte ha sido algo positivo, destaca el director, pero ha exigido un constante proceso de adaptación a las nuevas circunstancias. «Aquí se hacen cosas muy buenas, tenemos hombres muy capaces, muy competentes, gente que tiene muchas ganas de cumplir su condena y no volver aquí», concluye.
Un confesionario para la cárcel
La cárcel de Oporto ha fabricado, además de los preceptivos, un confesionario más para quedarse allí. En esta prisión han trabajado seis internos, que han dejado su marca en un placa que llevarán los bancos. Manuel es el encargado de barnizar la madera. «Me gusta hacer esto», afirma, y está contento porque «el arte que hacía por ahí» ahora lo está haciendo en prisión. Así, los jóvenes que acudan a Lisboa podrán ver su obra, aunque lamenta no poder estar fuera de prisión para verlo con sus propios ojos.
Quien sí lo hará será Pedro Silva, interno de la cárcel de Coimbra que este mes de junio ha quedado en libertad. Para él, la fabricación de los confesionarios ha sido «un alivio para el estrés», además de un «orgullo» y de «sentir que una parte de mí está en la Jornada Mundial de la Juventud». Sobre los jóvenes que vayan a usar el confesionario, les desea «que disfruten, que admiren el trabajo realizado; por mi parte, pongo mi esfuerzo, amor y dedicación».
Una casa abierta a todos
El presidente de la Fundación JMJ Lisboa 2023, monseñor Americo Aguiar, subrayó durante la firma del proyecto, que, «para quienes experimentan el sacramento de la Reconciliación, cobra un significado muy especial que estas piezas tengan manos y corazones de hombres limitados en su libertad».
Inspirados en una casa abierta, blanca con una franja amarilla como las típicas portuguesas, los confesionarios fueron diseñador por voluntarios. La mayoría no tendrán reclinatorio ni celosía para transmitir la idea de una confesión menos impersonal. La pared está troquelada con círculos que representan las cuentas del rosario, y en ella va sobreimpresionado el logo de la JMJ.
El Parque del Perdón estará abierto del 1 al 4 de agosto entre las 10:00 y las 18:00 horas. En él, sacerdotes inscritos en la JMJ confesarán en diferentes idiomas a todos aquellos que deseen acogerse a la misericordia de Dios.