Por una lucha integral contra el fuego

«El fuego avanza en varios puntos de España, arrasa el campo y ya ha dejado víctimas mortales». Este era el lamento que lanzaba el cardenal Carlos Osoro el lunes en su cuenta de Twitter, al tiempo que pedía cuidar los bosques, que «tienen vida y nos la ofrecen», y rezaba por los afectados y por «quienes se esfuerzan por sofocar los incendios».

La coincidencia de tantos focos activos a lo largo y ancho del país, con miles de hectáreas quemadas, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de cuidar el mundo rural y de destinar recursos para que, en la época de más calor, no haya que lamentar daños como los de estos días. «Ese fuego atroz no se apaga en verano», sino que «se apaga el resto del año con unas políticas adecuadas de desarrollo y de gestión positiva del territorio», en palabras del Movimiento Rural Cristiano y el Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos en un reciente comunicado.

Este esfuerzo por cuidar el campo debería ir acompañado, asimismo, de una mayor concienciación entre los ciudadanos, de una firme persecución de quienes —como ha ocurrido en algunos lugares— provocan el fuego, y de un respaldo claro a los equipos de extinción. La lucha ha de ser integral.