Por un trabajo decente y un trabajador responsable - Alfa y Omega

Por un trabajo decente y un trabajador responsable

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En el 2022 se produjeron en nuestro país, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, un total de 1.196.425 accidentes laborales, de los cuales 826 resultaron mortales, un 17,2 % más que en 2021. La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente ha pedido, en el contexto del 1 de mayo, que se ataje la precariedad laboral que provoca estos niveles de siniestralidad en un país supuestamente desarrollado. La defensa de la salud y la seguridad en el mundo del trabajo es el primer paso, el más básico, el que debería darse por descontado. Pero hay más: garantizar la dignidad de la persona por encima de la producción salvaje. «El trabajo tiene en sí mismo una bondad, crea la armonía de las cosas  e involucra al hombre en todo: en su pensamiento, en su acción», decía Francisco en su homilía del primero de mayo del 2020. No solo es una cuestión de supervivencia; también es parte de la vocación del ser humano. Proteger esta vocación es tarea empresarial, pero también del propio trabajador, en un tándem perfecto que ayude a cumplimentar esa delgada línea que son los derechos y los deberes. No hay unos sin otros. No hay vocación sin responsabilidad ni dignidad con explotación.

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