«Por favor, cuenta la verdad»

Sin duda, una de las noticias que han marcado este 2021 ha sido la debacle y la posterior evacuación de Afganistán durante el pasado verano.

Fue casi al terminar uno de mis viajes a Afganistán. Nos despedimos de la base PRT española en Qal i Naw. A puntito de regresar a España, aquel legionario tirador desde la torre de un blindado fue tan duro como sincero conmigo: «Por favor, solo te pido una cosa: cuando llegues a España, cuenta la verdad».

El sargento de la Legión no dejaba lugar a la incógnita. Acababa de volver de misión desde las posiciones avanzadas de Mukur y Sangatesh. Acababa de regresar del combate con los talibanes. Los mismos talibanes que hoy gobiernan Afganistán. Aquel soldado volvía de la guerra y la verdad que me pidió que contara era la realidad del infierno.

En otro viaje me narraron el reflejo más crudo de la discriminación. Del machismo más irracional hasta la vergüenza. Los soldados españoles de la BRILAT de Pontevedra habían descargado un avión Hércules del Ejército del Aire con material sanitario. Dos hileras formaron sendas cadenas humanas para acumular dos montañas de medicamentos e instrumental quirúrgico. Al terminar, un mulá ordenó devolver la mitad de la carga al interior del avión. El motivo: en una de las cadenas humanas de soldados había una mujer, una militar española que había contaminado todo ese material sanitario. Por eso, el líder religioso local rechazó la mitad del cargamento.

Y no se me olvidarán aquellas tres mujeres, escoltadas, que consiguieron su escaño municipal tras unas elecciones locales auspiciadas por el Ejército español y la AECI. Y cómo al acabar la exposición de su programa, cuando habían desaparecido los asistentes, se enfundaron los tres burkas para no ser lapidadas o escupidas al salir de la base.

Aquello era entonces y hoy es Afganistán.

Una de las noticias del año y, me temo, de este periodo histórico. Tras aquellos viajes pude contar la verdad… Ahora es imposible hacerlo porque nadie puede entrar al infierno y explicarlo.