Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk: «Pido que cada día, a las ocho, recéis por la paz en Ucrania»
Como primado de la Iglesia grecocatólica ucraniana, la Iglesia católica de rito oriental más numerosa del mundo, ha tenido que hacer frente a uno de los momentos más duros de la historia reciente de Ucrania. Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk ha visitado España, y el martes se reunió con el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro
¿Cuál es el motivos de su visita a España?
Hacer una visita pastoral a los inmigrantes ucranianos, y encontrarme con las autoridades españolas para ser una voz de la gente sencilla de Ucrania. Quiero que los españoles sean sensibles a la situación de guerra que hay en Europa oriental.
¿Es real entonces la imagen de una Ucrania dividida?
Ucrania tiene distintas provincias, con su propia identidad. Esto refleja nuestra historia, porque durante muchos años la nación ucraniana estuvo dividida entre varios imperios —ruso, polaco, austrohúngaro…—. Pero ahora no había un deseo de dividir el país.
Usted fue eparca en Argentina, donde conoció al cardenal Bergoglio. ¿Están en contacto sobre la situación actual?
Tengo una relación personal muy linda con el Papa. Hace cuatro meses, los obispos católicos ucranianos hicimos la visita ad limina al Vaticano, y tuvimos un encuentro muy íntimo con el Papa. Su frase sobre una «guerra entre hermanos» no se refiere a que estemos en guerra civil, sino a que hay una guerra entre los ortodoxos de la Federación Rusa, y los del mismo patriarcado que viven en Ucrania.
Ucrania sueña con entrar en la familia europea. ¿Cómo ven a una Europa que ahora está en plena crisis?
No es que queramos entrar en Europa; queremos retornar a Europa. La cultura ucraniana es típicamente europea, pero durante siglos una parte de Ucrania estuvo aislada de este contexto. Para nosotros, Europa es mucho más amplia que sólo la Unión Europea o el Occidente europeo. Es un espacio cultural y religioso: una Europa cristiana. Sentimos que tenemos la misión de testimoniar en Europa los valores cristianos.
¿Con qué mensaje se despediría de nuestro país?
Quiero transmitir mi gratitud al pueblo español por acoger tan bien a los inmigrantes ucranianos, y por expresar su solidaridad con Ucrania. También quisiera hacer una llamada: cada día, a las ocho de la tarde —hora española—, todos los ucranianos rezan por la paz en Ucrania. Pido que los cristianos de España, a esta hora, recen un padrenuestro y un Ave María.