Pese a la enfermedad de César Hidalgo, «si había un evento él estaba ahí»

Dos días después de la muerte del músico César Hidalgo —el cantante que se volcó en la música tras sufrir un grave problema de vista y que narraba cómo fue su conversión—, uno de sus amigos nos cuenta cómo era. Hidalgo falleció a los 63 años de un cáncer, pero no perdió la alegría ni en lo más duro de la enfermedad. «Fue un testimonio impresionante de superación, fue muy grande al aceptar la voluntad de Dios con tanta entereza y su música ha tocado muchos corazones», explica a este semanario el músico Marcelo Olima.

De su compañero de gremio «me impresionó la fortaleza con la que vivió al saber lo que se le venía, era consciente en todo momento de lo que le estaba pasando», detalla Olima, quien tocó en varios conciertos con Hidalgo y participó en varios de sus videoclips. Y añade que él y otros amigos de Hidalgo «hemos estado en contacto con su esposa, Gloria, antes de que él muriera y ella nos contaba que tenía una gran paz y serenidad». De hecho, este matrimonio «había hecho planes y tenían todo comprado para ir a Roma a la entrega de los Catholic Music Awards». Una gala a la que Hidalgo estaba nominado con el videoclip Por el cielo azul y en el que también participaron Olima y «otros muchos cantantes».

Según contaba la esposa de Hidalgo a su amigo, «hasta el último momento salió de su casa con ánimo» a pesar que «no tuviera fuerza física porque estaba tocado». Y Olima detalla que «en los dos últimos encuentros que tuvimos, hace algunos meses, aunque se le veía debilitado, tenía un espíritu fuerte y admirable». Su cáncer se sumó a un problema grave de visión que arrastraba desde hacía años y por el que «muchas veces tenía que ser ayudado por terceros, especialmente por su mujer». Pero a pesar de las grandes dificultades, «me impresionó que tenía tal deseo de participar que todo lo podía, si había un evento él estaba ahí».

Nueva evangelización con la música

César Hidalgo era uno de los invitados recurrentes al Multifestival Laudato si, una serie de conciertos que «tenían como objetivo la nueva evangelización a través de la música». Planeados siempre en la provincia de Almería, Marcelo Olima —quien también participó en varias ediciones— nos cuenta «que lo hacíamos siempre al lado de la playa». Y entre los artistas, «venían distintos músicos de distintas partes de España y América, como también Kairy Marquez Márquez o Joan Sánchez».

Olima e Hidalgo también «nos juntábamos una vez al año unos tres días en el Encuentro de Músicos Católicos que organizaba el Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal». Pero a pesar de todas las iniciativas en que coincidieron, el músico de origen argentino es tajante: «Me habría gustado compartir más con él».