@pati.te: «Mis padres me han transmitido la ternura que se aprecia en mis ilustraciones»

Cada vez que @pati.te dibuja a la Virgen, a san José o cualquier otro personaje religioso y lo comparte en Instagram, la publicación se viraliza. Son miles los usuarios que comparten sus trazos, al igual que son miles, en concreto 45.000, los seguidores de su cuenta. Detrás del lápiz, se encuentra Patricia Trigo González, una joven de 27 años, de Pamplona, licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Navarra, la séptima de diez hermanos.

Precisamente, en el entorno familiar es donde nació y creció su pasión por pintar. «En casa siempre hemos sido muy creativos. Ha sido mi madre la que nos ha inculcado más esto del dibujo. Recuerdo que nos daba libros para aprender a dibujar caballos y así pasar la tarde. A mí eso me encantaba, y también las películas de animación. Me parecían una pasada», asegura.

No fue, sin embargo, hasta la adolescencia cuando Patricia se dio cuenta del don que tenía entre sus manos. «En el colegio, en la ESO y Bachillerato, les hacía retratos a mis amigas y veía que me salían bien y a ellas les gustaba mucho». También recuerda con satisfacción las palabras de apoyo que por aquel entonces su madre le dedicaba a todos sus dibujos.

El siguiente paso para profesionalizar este don lo dio después de la universidad y de pasar un año de au pair en el extranjero para aprender inglés. «Fui a una exposición de Pixar y de Disney, y en ella pensé que podría tener un buen futuro en el mundo de la animación». Fue entonces cuando la joven abrió su Instagram para poder mostrar su portafolio a las productoras y estuvo trabajando en el departamento de Concept art de algunas de ellas.

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Parábola de los talentos

El Señor, sin embargo, tenía otros planes y le dio una prueba cuando a Patricia se le ocurrió subir una imagen de temática religiosa. «Fue un boom», reconoce. Comenzaron las dudas: el mundo de la animación cinematográfica, que «era uno de mis sueños», o su marca personal y el mundo de las imágenes religiosas, «en el que veía que había gente que se acercaba a Dios con mis dibujos».

La incertidumbre se disolvió durante la cuarentena, haciendo oración con el audio de los 10 minutos con Jesús. «El sacerdote hablaba de la parábola de los talentos. Fue la primera vez que afronté sin miedo mi futuro. En aquella época yo no subía muchas imágenes a Instagram de temática católica por si eso pudiera echar para atrás a alguna productora», reconoce. Pero «en esa oración era como si Dios me dijera: “No tengas miedo, Pati, apuesta por mí y todo se irá haciendo”».

Así Trigo González apostó por @pati.te y, recientemente, ha lanzado su página web en la que vende láminas a particulares y acepta encargos de editoriales. «Lo he visto como una vocación. Estoy confiando muchísimo y esto llegará a donde tenga que llegar. Es Dios y la Virgen los que tocan las almas de quienes ven mis ilustraciones».

@Patit.te concluye explicando la cercanía y ternura de sus dibujos. «Creo que este es el aspecto que más ha impactado a la gente. La verdad es que la formación que me han dado mis padres, y en el colegio, me han demostrado esta cercanía y esta ternura de Dios. Además, en casa siempre hemos vivido con sencillez y cercanía el tema de la oración y la relación con mis padres. Nos han querido muchísimo. Y, al final, todo eso lo he reflejado en mis ilustraciones sin darme cuenta».

 

 

 

 

 

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