Parolin sobre Juan Pablo II: «Muchas de sus llamadas a la paz fueron ignoradas»
Según Stanislaw Dziwisz, quien fue su secretario personal, el Papa poalco «nos mira desde lo alto sosteniendo a la Iglesia en su camino hacia la eternidad»
Veinte años después de la muerte de Juan Pablo II, la Iglesia ha conmemorado su legado con una Misa en la basílica de San Pedro. En su homilía, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, ha destacado cómo «su servicio incansable a la paz, sus advertencias apasionadas y sus iniciativas diplomáticas intentaron hasta el final evitar las guerras». Después, ha matizado que «muchas de sus llamadas quedaron sin respuesta, como sucede a menudo con los grandes profetas».
Parolin ha recordado la solidez de la fe de Juan Pablo II y su convicción en que «el misterio de la Encarnación es el centro de la historia universal». Según el italiano, tal certeza le permitió dirigirse no solo a los fieles católicos sino también a líderes políticos «para que tomaran conciencia de su responsabilidad en la defensa de la justicia, la dignidad humana y la paz».
El secretario de Estado ha repasado algunos de los momentos más simbólicos de la vida de Juan Pablo II «hasta su última aparición en la ventana para una bendición pascual sin palabras». También ha evocado el testamento de este Sumo Pontífice, quien escribió sobre su atentado en 1981 que «la Divina Providencia me salvó de la muerte de manera milagrosa». «En cierto modo, me ha dado la vida de nuevo», valoró entonces el Papa polaco.
Durante esta Misa, Pietro Parolin ha recordado la importancia que Juan Pablo II dio al Jubileo de 2000, que ha descrito como «el punto culminante de su misión» porque llamó a la Iglesia a «navegar con confianza en el mar del Tercer Milenio». De acuerdo con el purpurado, el mensaje sigue vigente, pues «somos una Iglesia en salida, navegando en aguas agitadas, pero siempre peregrinos de esperanza».
Por su parte, el cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fue secretario personal de Juan Pablo II, ha declarado al inicio de esta Misa que «creemos firmemente que nos mira desde lo alto, sosteniendo a la Iglesia en su camino hacia la eternidad». Igualmente, ha pedido oraciones por el Papa Francisco «para que Dios le dé la fuerza necesaria en estos tiempos difíciles». Y al final de la celebración, ha colocado una vela sobre la tumba del Papa polaco y le ha pedido su bendición diciendo: «Ayúdanos a abrir la puerta de nuestro corazón a Jesús».