Parolin pide una paz que «es amistad» para unificar Corea

Parolin pide una paz que «es amistad» para unificar Corea

En el Foro Global para la Paz en Corea, el secretario de Estado del Vaticano ha subrayado que no es suficiente «la ausencia de guerra». Es necesaria la caridad, que «favorece una cooperación fructífera»

María Martínez López
Parolin sobre la unificación de Corea
Un momento de la intervención del cardenal Parolin. Foto: KGFP

El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, ha pedido este martes a los gobiernos de Corea del Norte y Corea del Sur que se esfuercen por construir una paz «comprendida en términos positivos, como la promoción de aquellas cosas que nos unen». En definitiva, una paz que «es amistad».

El número dos del Vaticano ha hecho esta atrevida apuesta para uno de los conflictos más duraderos del planeta durante su intervención en el Foro Global para la Paz en Corea (KGFP por sus siglas en inglés) que ha comenzado este martes. Hasta el jueves, los participantes están reflexionando sobre Una nueva visión de las relaciones intercoreanas y de la comunidad. Para la paz, la economía y la vida.

Lo bueno que hay en cada persona

Buscando esta nueva visión, en su videomensaje Parolin ha advertido en contra de buscar solo una «paz negativa, la simple no beligerancia o la ausencia de guerra». Esto es necesario, pero no suficiente. «Mientras la justicia exige que no violemos los derechos de los demás y demos a cada uno lo que le es debido, la caridad nos hace sentir las necesidades de los otros como nuestras y favorece una cooperación fructífera».

El secretario de Estado vaticano ha dedicado su intervención a seleccionar, dentro del magisterio de los últimos pontífices, algunas sugerencias sobre cómo alcanzar esta paz en la península asiática, dividida desde hace 71 años. La guerra que comenzó en 1950 concluyó en 1953 con un armisticio, pero desde entonces no ha habido un acuerdo de paz definitivo entre Corea del Sur y Corea del Norte.

Ha recordado, por ejemplo, cómo san Juan XXIII «siempre buscó la bondad presente en cada persona y sociedad», así como «lo que une más que lo que divide». Esto le ayudó a establecer «un diálogo basado en el respeto y el reconocimiento recíproco». Y no solo de palabra. También de obra, como en su intervención durante la crisis de los misiles de Cuba, en 1962.

Paz y desarrollo integral

Cinco años después, en Populorum progressio, san Pablo VI afirmaba que todos los pueblos y naciones deben encontrarse como hermanos, hijos de Dios, y trabajar con el objetivo común de «crear las condiciones para el desarrollo integral de la humanidad». Tres acciones, ha continuado el cardenal, son necesarias en esta labor: la acogida, el acompañamiento y la escucha. «El primer paso para acoger verdaderamente a los otros», ha profundizado, «es acercarse a ellos, hacer espacio para ellos en nuestra vida, estar dispuestos a compartir nuestras alegrías y dolores, y construir relaciones auténticas».

El Foro Global para la Paz en Corea se celebra anualmente desde 2010. Organizado por el Ministerio para la Unificación de la República de Corea, en la edición de este año participan expertos, investigadores y representantes públicos de una veintena de países. Durante la sesión inaugural de este martes, Jong Se Hyun, vicepresidente ejecutivo del Consejo Asesor Nacional para la Unificación, ha analizado los avances en el desarrollo e implementación del acuerdo marco para la relación entre ambos países, en el 30º aniversario de su firma.

A caballo entre ambos pontificados se desarrolló el Concilio Vaticano II. Su constitución pastoral Gaudium et spes ya subrayaba, como luego ha insistido el secretario de Estado, que la paz «no puede ser reducida al mantenimiento de un equilibrio de poder entre fuerzas opuestas, ni nace de un dominio despótico». Al contrario, es un «efecto de la justicia» y del respeto a la dignidad del otro, buscando para él lo mismo que se desea para uno mismo.

La necesaria reconciliación

«¡No hay paz sin perdón!», exclamó san Juan Pablo II en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz en 2004. «La reconciliación es la palabra clave para abrir nuevas perspectivas sobre el futuro», continuaba. Pero en la reconciliación, ha matizado el cardenal italiano, hace falta que se dé el «principio de reciprocidad», por el cual «las dos partes deben estar de acuerdo en querer reconciliarse y aceptar recibir el perdón del otro».

De Benedicto XVI, el secretario de Estado del Vaticano ha subrayado su petición al cuerpo diplomático, en 2012, de que la comunidad internacional se volviera «más creativa en el desarrollo de iniciativas» a favor de la paz. El repaso ha concluido con un amplio apartado dedicado al Papa Francisco y su encíclica Fratelli tutti, en la que apuesta por la «amistad social» basada en la solidaridad y la reciprocidad.