«Europa debe sentirse responsable del destino de Ucrania», ha exhortado el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, durante su visita a este país (en la imagen, con el presidente Poroshenko) para mostrar la solidaridad del Papa.
La guerra en este país, «injustamente olvidada», «es mucho más que un conflicto prolongado: es un peligro constante, un signo de la confrontación de civilizaciones, historias y pueblos» que trasciende sus fronteras y que «podría tener graves consecuencias».
Por ello, el cardenal ha pedido que se cumpla la legislación internacional. Días antes, el Papa nombró a monseñor Sobilo, obispo auxiliar de Zaporiyia, responsable de distribuir lo recaudado en la colecta del 24 de abril.