Parolin: «Desde el punto de vista humanitario la misión de Zuppi a Rusia fue bastante bien» - Alfa y Omega

Parolin: «Desde el punto de vista humanitario la misión de Zuppi a Rusia fue bastante bien»

«Veremos repatriaciones» si se encuentran los mecanismos para las conclusiones de los encuentros con el enviado del Papa con el Gobierno ruso, aseguró el pasado jueves el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en una entrevista con la Rai que reproducen medios vaticanos

Redacción
El cardenal Zuppi durante su encuentro con el patriarca Cirilo el 29 de junio. Foto: EFE / EPA / Iglesia ortodoxa rusa.

¿Cómo fue la misión del cardenal Zuppi en Kiev y Moscú? ¿Cuáles son los próximos pasos?
Fue una misión muy importante. La misión a Moscú formaba parte de la iniciativa global propuesta por el Papa Francisco. Incluía una primera parada en Kiev y luego este segundo momento en Moscú. Por parte de Zuppi, se centró sobre todo en el aspecto humanitario: el intercambio de prisioneros y la repatriación de niños, y esto requería una interlocución con Moscú. Yo diría que en este punto las cosas fueron bastante bien, en el sentido de que el cardenal pudo ver a Ushakov, al representante del presidente y también a la señora Belova. De hecho, hubo dos reuniones con Ushakov, lo que significa que esta atención, esta voluntad y este interés de la Santa Sede han sido recibidos por parte rusa. Ahora habrá que encontrar mecanismos para incrementar, para aplicar estas conclusiones a las que se ha llegado, probablemente con la ayuda de alguna organización internacional que permita poner en práctica estos resultados.

Entonces, ¿habrá posibilidad de ver regresar a estos niños?
Aún no lo sé porque todavía no hemos llegado a esta fase. Ahora estamos tratando de encontrar los distintos mecanismos. Si esto funciona, y esperamos sinceramente que así sea, también veremos repatriaciones. No sé ahora en qué cantidad y en qué medida. Para nosotros, esto es importante porque estos gestos humanitarios también pueden ser vías y caminos que conduzcan a la paz. Por eso se hace tanto hincapié en esta dimensión humanitaria también como ayuda para poner fin a la guerra.

Hace 60 años se publicó la encíclica Pacem in terris de san Juan XXIII, en la que se señalaban la verdad, la justicia, la libertad y la caridad como los pilares sobre los que debía asentarse la paz. ¿Cómo debe ser la paz en Ucrania?
La paz en Ucrania tendrá que ser una paz justa. Lo hemos repetido varias veces. Y por eso esta paz tendrá que tener en cuenta estos principios fundamentales que son como los pilares que sostienen la casa. Sin estos pilares, toda construcción corre el riesgo de ser efímera y de caerse a la primera sacudida, a las primeras dificultades. Creo que la verdad significa reconocer los derechos mutuos y también los deberes mutuos. Significa, sobre todo, tener en cuenta la dignidad de las personas. Y luego salvaguardar el derecho internacional, que es fundamental. Lo que la Santa Sede ha pedido siempre es que se aplique el derecho internacional. Que todos los Estados y las naciones acepten someterse al derecho internacional como forma de preservar la paz y resolver los conflictos. Entonces el tema del diálogo, la negociación, el camino de la justicia y el reconocimiento de las fronteras, la autodeterminación de los pueblos, el respeto a las minorías: toda esta serie de principios que están dentro del tema del derecho internacional.

Otros temas
  • ONU: «Es necesaria una reforma de las Naciones Unidas. Se trata realmente de un fortalecimiento de la ONU y de las organizaciones internacionales, en el sentido de que todos los miembros sepan actuar con un espíritu orientado hacia el bien común. Por lo tanto, una ONU en la que no prevalezcan los Estados más fuertes».
  • UE y migraciones: «El camino de la solución es precisamente la solidaridad y la comprensión común de este problema y también de las formas de darle una respuesta. Creo que las divisiones no sirven y aumentan las dificultades para gestionar este fenómeno de forma humana y ordenada».
  • Conflicto palestino-israelí: «Para llegar a la solución de los dos Estados necesitamos un diálogo directo entre los dos Estados, que hoy, que yo sepa, no existe. Un diálogo solo puede seguir adelante si hay un mínimo de confianza mutua. Si no se hacen algunos pequeños gestos recíprocos, la confianza no se recuperará. El primer llamamiento es evitar el uso de la violencia».
  • Libertad religiosa: «Me parece que se están intentando reducir cada vez más los espacios de libertad religiosa. Vemos, por una parte, los continuos ataques a los lugares de culto y los continuos gestos que atentan contra la libertad religiosa, las persecuciones que hay en el mundo. Y por otro lado el intento de impedir que la fe y la moral tengan voz pública. Pedimos poder expresar nuestra visión del hombre y de la mujer también públicamente».

¿El mundo corre el riesgo de volver a estar dividido en bloques como en los tiempos de la Guerra Fría?
Desgraciadamente, hemos pasado de la Guerra Fría a la Tercera Guerra Mundial a pedazos, como le gusta repetir al Papa Francisco. Pero evidentemente la guerra, de una forma u otra, es siempre oposición entre personas, entre grupos, entre Estados, entre continentes, y por eso hoy asistimos a un resurgimiento de grupos opuestos. Creo que no es una novedad: desde hace tiempo conocemos estas divisiones, estos contrastes, estas tensiones en el seno de la comunidad internacional, que luego desembocan también en estos fenómenos trágicos como son los conflictos y las guerras.

Creo que no podemos resignarnos en absoluto a esta deriva. Debemos recuperar el espíritu que animó a la comunidad internacional inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, que luego desembocó en el proceso de Helsinki y en las declaraciones de Helsinki, y redescubrir esas esperanzas y esos ideales que allí estaban presentes de manera muy fuerte, entre otras cosas como consecuencia de la experiencia de la guerra, y que permitieron reconstruir el tejido de las relaciones internacionales.

¿Cómo evitar el riesgo de escalada nuclear?
La escalada nuclear es un gran problema. Hoy en día hay nueve Estados que poseen armas nucleares. Me parece que la tendencia no es a reducir los arsenales nucleares, sino a aumentarlos. Y la tendencia es que otros estados que actualmente no poseen armas nucleares pasen a poseerlas con fines de defensa, la famosa disuasión nuclear. La posición de la Iglesia es clara, la posición del Papa es clara: la posesión y el uso de armas nucleares es inmoral porque significa la destrucción de la humanidad y la destrucción del mundo. ¿Cómo evitarlo? Creo que la única manera es iniciar un programa serio de desmantelamiento de estos arsenales. No hay nada más que hacer. Hay que eliminar las armas nucleares para que dejen de representar este peligro para toda la humanidad.

Ignazio Ingrao