Para que Jesús y María encuentren sitio en la posada - Alfa y Omega

Para que Jesús y María encuentren sitio en la posada

En muchos ámbitos de la Iglesia en Madrid está presente la acogida, protección, promoción e integración de inmigrantes y refugiados

Rufino García Antón
Procesión de entrada en el Jubileo de los Migrantes y Refugiados, el 5 de octubre.
Procesión de entrada en el Jubileo de los Migrantes y Refugiados, el 5 de octubre. Foto: Rufino García Antón.

El objetivo fundamental de la delegación es dar respuesta  a la llamada de Mateo 25: «Fui forastero y me acogisteis». No es, por tanto, una respuesta que la delegación realiza en solitario, sino en comunión y en red con las demás realidades diocesanas. Conviene señalar también que las tareas que lleva a cabo no abarcan todo lo mucho y bueno que se hace en la Iglesia de Madrid en la acogida, protección, promoción e integración de los inmigrantes y refugiados; afortunadamente, hay muchos ámbitos en los que está presente esta dimensión.

Se trata de una tarea que se realiza en equipo y que atiende a varios aspectos: acompañar a las siete capellanías de habla no hispana, impulsar la pastoral con los inmigrantes de habla hispana, fomentar las buenas prácticas de integración de las personas migrantes en las parroquias, potenciar la dimensión ecuménica e interreligiosa, tener presente durante el año el lema de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, etc. Pero hay dos aspectos más que me interesa recalcar: la presencia en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, acompañando a los internos que lo desean en la escucha los jueves y en la celebración de la Eucaristía los domingos. Es este un lugar verdaderamente sagrado donde se experimenta de una manera singular la presencia de Dios en la vida sufriente y hasta inhumana de las personas allí retenidas en contra de su voluntad. He relatado en más de una ocasión experiencias fuertes vividas allí en algunas celebraciones especiales en Navidad y Semana Santa.

Otra tarea importante que se lleva a cabo en transversalidad con la Mesa por la Hospitalidad es el proyecto de acogida de emergencia a inmigrantes y refugiados en situación de calle. Intervienen varios agentes: el principal, las personas acogidas; y luego los espacios acogedores, las entidades acompañantes, los voluntarios que preparan las cenas, otros que se quedan por las noches y el equipo que coordinamos el dispositivo. Sin entrar en detalles sobre el funcionamiento, destacamos la calidad y la calidez como notas fundamentales de la acogida. Y nos interesa recalcar cómo este proyecto de encuentro y de acogida rejuvenece y revitaliza la vida de las comunidades.

Fue muy destacable como expresión de todo este quehacer la celebración del Jubileo de los Migrantes y Refugiados el día 5 de octubre en la catedral con tres detalles importantes: la procesión de entrada con una patera llevada a hombros por personas inmigrantes y voluntarias de los espacios acogedores, la participación de los inmigrantes y la profética homilía del cardenal Cobo («frente a la intoxicación ideológica [… ] tenemos que dar a conocer los numerosos relatos positivos de integración y de participación de los migrantes y refugiados en la Iglesia y en la sociedad»).

Desde el equipo de la delegación animamos a todos los que formamos parte de la Iglesia de Madrid a vivir la acogida y la hospitalidad como actitudes que nos enriquecen y sacan lo mejor de nosotros y como forma de que suceda justo lo contrario de lo que les sucedió a José y a María, «que no encontraron sitio en la posada». Que Jesús, hecho realidad visible en los inmigrantes y refugiados, encuentre un hogar cálido y acogedor en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad madrileña.