Pablo de Prado gana el concurso Música y Fe de la ACdP y cantará en la Fiesta de la Resurrección
Interpretará Toma mi vida, una canción sobre «la debilidad humana» y «el amor inmenso» de Dios
El joven cantautor madrileño Pablo del Prado, de 21 años, ha sido el ganador del concurso Música y Fe, convocado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), con su tema Toma mi vida, una composición que nace, según su autor, de una profunda reflexión sobre «la debilidad y la fragilidad humana».
Según declara el artista a Europa Press, «ante esa gran debilidad humana, pero al mismo tiempo al ver un amor tan inmenso, el corazón siente la necesidad de responder a ese amor con todo lo que uno tiene». En su opinión, «todo lo que uno tiene muchas veces es su propia vida».
Aparte de recibir un premio de 3.000 euros, ganar el concurso Música y Fe le permitirá actuar en la III Fiesta de la Resurrección el próximo 26 de abril en la Plaza de Cibeles de Madrid. Compartirá escenario con artistas como Siempre Así, Beret, Hakuna Group Music o Cali & El Dandee.
Nacido en Madrid en 2003, Pablo del Prado compagina sus estudios en Administración y Dirección de Empresas con su proyecto personal de producción musical, que desarrolla de forma independiente. Es el mayor de cinco hermanos y cuenta con 18.000 seguidores en redes sociales.
Esta primera edición de Música y Fe ha contado con una participación notable: se han recibido 180 candidaturas. El jurado ha estado formado por perfiles del ámbito artístico y audiovisual como el productor musical Juanjo Melero, la cantautora Maite López, la directora de Bosco Films, Lucía López Barandiarán, el director de Campus Life del CEU San Pablo, Pablo Gutiérrez Carreras, y el secretario nacional de comunicación de la ACdP, Pablo Velasco.
Desde la organización explican que el certamen nace con el propósito de «promover obras musicales y a artistas que expresen la fe en Jesucristo» sin limitarse a un estilo concreto. Buscan canciones que puedan transmitir «alabanza, adoración, súplica, u otra aproximación que reconozca la bondad de la relación de Dios con los hombres, en el más amplio sentido».