Obispos de Etiopía visitan España: «La reconciliación llevará tiempo»
Las armas han callado en Tigray, pero sigue habiendo varios conflictos abiertos, mientras otras regiones del país sufren la sequía. Manos Unida ha ayudando financiando 58 proyectos en los últimos años
Este jueves, se cumplen 60 años de la creación de la Organización para la Unidad Africana, predecesora de la Unión Africana. Por eso, el 25 de mayo se celebra el Día de África. Seis décadas después el país donde se firmó su carta fundacional, Etiopía, refleja buena parte de los problemas que asolan al continente. En el segundo país más poblado de África, 28 millones de personas dependan de la ayuda humanitaria; el 23 % de su población.
Hace solo medio año que se puso fin al conflicto en la región septentrional de Tigray. «La guerra ha destruido muchas cosas», tanto en el ámbito económico como en el psicológico, ha lamentado el vicario apostólico de Jima-Bonga, Marcos Gebremedhin. «El proceso de sanación hasta que podamos tener reconciliación sobre el terreno llevará tiempo», ha asegurado en la sede de la ONGD católica Manos Unidas. Este obispo está visitando España como parte de una delegación de cuatro pastores encabezada por el cardenal Berhaneyesus Souraphiel, arzobispo de Adís Abeba.
«Cuando callan las armas, es responsabilidad de la sociedad etíope, especialmente de la Iglesia, participar para promover la paz y la reconciliación» que permitan el desarrollo del país, ha afirmado. Ante la prensa, ha expresado su esperanza de que también lleguen a buen puerto las negociaciones que están teniendo lugar en Zanzíbar (Tanzania) entre el Gobierno etíope y el Ejército de Liberación de Oromo.
Este grupo armado se escindió en 2018 del Frente de Liberación de Oromo, después del cambio de gobierno que llevó al poder al primer ministro Abiy Ahmed. El ELO «intentó expulsar a gente procedente de otras zonas», de forma que «aún hay muchas personas desplazadas viviendo en campamentos, sobre todo en Gambela». Este conflicto quedó olvidado, ensombrecido por el de Tigray, pero ahora el Gobierno ha vuelto a prestarle atención.
Sin casas y sin escuelas
El vicario apostólico de Bahir Dar-Dessie, Lesanuchristos Mathewos, ha recordado asimismo que la región de Gumuz sufre, igualmente desde 2018, otro conflicto étnico al que «no se ha prestado mucha atención». Además de las muertes, «las casas de muchos gumuz en las zonas rurales ya no existen». Esto, sumado al desbordamiento del conflicto de Tigray hacia esta región, ha dejado su territorio en una situación bastante difícil.
Al menos 200 escuelas han sido destruidas o saqueadas. En los centros católicos que quedan, la mayoría de familias «ya no puede permitirse la matrícula, y estamos teniendo dificultades para ayudarlas. Siempre hemos ayudado a las familias pobres, pero nunca tuvimos la intención de pagar la matrícula a todos los alumnos». A ello se suma ahora el reto de la acogida a los refugiados que llegan de Sudán. «Hay que recuperar la esperanza de la gente de que es posible trabajar juntos», y conseguir que esta «se sienta segura y acepte la paz».
Educación para la paz
La construcción de la paz y la educación serán dos de las prioridades en el plan estratégico para los próximos diez años que la Iglesia local aprobará el próximo mes de julio, ha adelantado el vicario apostólico de Hossana, Seyoum Fransua. Ambos campos están íntimamente entrelazados. «Es importante educar a los etíopes para que sean miembros de una única sociedad, sin subrayar las diferencias étnicas o lingüísticas, que los políticos están usando para crear más división», ha subrayado el cardenal Souraphiel. Por ello, además de la gran labor que ya hace la Iglesia desde la educación infantil hasta la secundaria y en la formación profesional, «estamos intentando poner en marcha una universidad católica en Adís Abeba».
Una educación de calidad es fundamental también para combatir otro de los grandes problemas a los que se enfrenta Etiopía: la emigración. Entre las regiones más afectadas está precisamente el pequeño vicariato de Hossana. Uno de los más densamente poblados, es el lugar de origen de la mayor parte de emigrantes etíopes a países como Zambia, Tanzania o Sudáfrica, ha explicado Fransua. Muchos mueren por el camino o son arrestados. «Las mujeres van a Oriente Medio y terminan como esclavas en el servicio doméstico o la prostitución».
Entre las causas de la emigración están el desempleo y la pobreza agravada por la falta de agua. Hay zonas donde «no ha llovido durante las últimas cinco estaciones de lluvia». Al mismo tiempo, «a veces llueve mucho en la época de cosecha, y esta se pierde». Y «los pastores están perdiendo a sus animales». Mucha gente huye del hambre. Por esta causa, en la región de Borena, al sur del país, hay 21 campos de desplazados, alguno con hasta 45.000 personas.
Reabre la maternidad
Sin embargo, también hay razones para la esperanza. De hecho, el motivo de la visita de los obispos etíopes a España era agradecer la ayuda de la Iglesia española a su país y para acordar nuevas formas de cooperación. Por ejemplo, en los últimos cinco años Manos Unidas ha financiado 58 proyectos en el país.
Entre ellos, la recontrucción de una maternidad católica en Kobo, en Bahir Dar. Como ha explicado Mathewos, fue completamente saqueada durante la guerra. Desde que cerró, «había que llevar a las mujeres a otra ciudad», por carreteras en mal estado. Esto hizo que muchas «mujeres volvieran a la antigua costumbre» de dar a luz en casa atendidas por sus madres. Cuando reabra, será el único centro médico de Kobo, pues el hospital público también se vio afectado por la guerra y aún no funciona.
África es «un continente en constante movimiento, que aspira a vivir más allá de los conflictos, la desigualdad y la pobreza». También «busca aprender y emprender por sí misma, sin depender de otros». Es lo que pretende expresar la coordinadora del Día de África en Madrid, que este jueves ha presentado los actos con los que se pondrá el foco en el continente africano.
El viernes 2 de junio a las 18:00 horas en CaixaForum Madrid, tendrá lugar una mesa redonda con la escritora y periodista Lucía Mbomío; la fotógrafa e investigadora social Angélica Dass; la activista contra los abusos sexuales Carme Diaby, y la directora de la Asociación Karibu, Nicole Ngongala, que moderará el encuentro. La celebración continuará el sábado 3 de junio con un pasacalle que partirá a las 12:00 h. desde la plaza de Jacinto Benavente para recorrer las calles del centro de Madrid.