Nuevos nombramientos episcopales: Iceta a Burgos y Escribano a Zaragoza

El Papa Francisco continúa la renovación de los obispos españoles con tres nuevos nombramientos. Uno de ellos llevará a Mario Iceta al arzobispado de Burgos. Iceta llevaba en Bilbao desde 2008, primero como obispo auxiliar y luego como titular cuando Ricardo Blázquez pasó al Arzobispado de Valladolid en 2010.

Mario Iceta

Nacimiento

Gernika (Vizcaya), el 21 de marzo de 1965

Sacerdocio

Córdoba, el 16 de julio de 1994

Episcopado

Bilbao, el 12 de abril de 2008

Nada más conocer el nombramiento, Iceta se dirigió tanto a los fieles de Bilbao como a los de Burgos: «Recibo hoy con gratitud y siendo consciente de mis limitaciones, una nueva encomienda de la Iglesia. El Santo Padre me releva del servicio a la Iglesia de Bilbao y pide mi dedicación a la de Burgos. Agradezco de corazón a Dios en el mandato del Papa por su confianza al volver a llamarme a servir a una porción del Pueblo de Dios».

Tal y como él mismo reconoció, llega a Burgos «con gran ilusión» y para ponerse a la «total disposición de los fieles». «Me entrego a vosotros sabiendo que piso tierra sagrada y que seréis una nueva bendición para mi vida», les dijo.

Tuvo un recuerdo especial para todos los misioneros, que están «lejos en la distancia pero presentes en el corazón», así como para los habitantes de Miranda de Ebro, que están confinados a causa de la pandemia. «Estoy con vosotros. Que Dios os sostenga en estos difíciles momentos con su fortaleza y esperanza», añadió.

Regreso a Zaragoza

El otro relevo tiene como protagonista a Carlos Escribano, hasta el momento obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, que se traslada a Zaragoza como arzobispo. Vuelve así a la diócesis donde estaba incardinado como sacerdote y desarrolló su labor pastoral. Inició su ministerio episcopal en Teruel y Albarracín en 2010.

Carlos Escribano

Nacimiento

Carballo (La Coruña), el 15 de agosto de 1964

Sacerdocio

Zaragoza, el 14 de julio de 1996

Episcopado

Teruel, el 26 de septiembre de 2010

En sus primeras palabras como arzobispo electo de Zaragoza, Escribano tuvo un recuerdo especial para las víctimas de la COVID-19: los fallecidos y sus familias, los enfermos, los que sufren las consecuencias de la crisis económica y social. «Debemos seguir estando cerca de todos los que sufren, sin cansarnos nunca de tender nuestra mano amiga y nuestra ayuda incondicional a todo el que lo necesite, especialmente a los más pobres y débiles», apuntó.

También reconoció que vuelve «con ilusión y esperanza» a la que fue su casa durante muchos años. Allí aprendió «a ser sacerdote, acompañado por mis hermanos en el presbiterio y por tantos fieles laicos y religiosos».

Y puso en valor la amplia tradición de la Iglesia de Zaragoza, «llena de historia, de vida y de frutos de santidad, sostenida en su fe, esperanza y caridad por la mediación de la Virgen del Pilar».

Tercer auxiliar para Barcelona

Finalmente, el cardenal Juan José Omella tendrá en el Arzobispado de Barcelona un nuevo obispo auxiliar. Se trata del sacerdote Javier Vilanova, hoy rector del seminario interdiocesano de Cataluña.

Javier Vilanova

Nacimiento

Fatarella (Tarragona), el 23 de septiembre de 1973

Sacerdocio

Tortosa, el 22 de noviembre de 1998

A través de un vídeo, el nuevo obispo auxiliar electo de Barcelona manifestó su gran alegría por servir a esta archidiócesis y afirma que lleva en su corazón a todas las personas que peregrinan en ella. «Estoy muy contento y orgulloso de este don que Dios me da y tengo muchas ganas de querer y de servir a toda la gente, que ya llevo en mi corazón», añadió.

Al mismo tiempo que realizaba los nuevos nombramientos, el Pontífice aceptaba las renuncias por motivos de edad de Fidel Herráez y Vicente Jiménez Zamora, arzobispos de Burgos y Zaragoza respectivamente.