Nuevos hallazgos confirman que Jerusalén era más grande de lo que se pensaba
Los resultados también proporcionan «evidencia concreta de la presencia generalizada de asentamientos humanos en Jerusalén ya en el siglo XII a. C.»
Los científicos del Weizmann Institute of Science, la Universidad de Tel Aviv y la Autoridad de Antigüedades de Israel han datado de manera precisa cómo era Jerusalén desde la época del reino de Judá y el Primer templo. Lo han hecho a través de nuevas técnicas de fechado más sofisticadas que las empleadas hasta ahora.
De esta forma, tras estudiar 100 muestras de material orgánico, en su mayoría minúsculas semillas carbonizadas o incluso huesos de pequeños animales, los investigadores han concluido que la antigua Jerusalén era más grande y más desarrollada de lo que se había demostrado, especialmente durante los siglos XII a X a. C., periodo que se conoce como la época del rey David y el rey Salomón. Los resultados se obtuvieron a partir de las muestras introducidas en un acelerador de partículas que proporciona mejores resultados. Así, indican, también pudieron superar un problema arqueológico llamado «meseta de Hallstatt» por el que la datación tradicional por radiocarbono resulta inexacta al analizar material de alrededor del año 800 al 400 a. C.
Una vez obtenidos los resultados, los compararon además con los anillos de árboles fechados en esa época. Esto permitió «una clasificación más precisa de la concentración de radiocarbono en la atmósfera durante ese período, lo que también ayudó a crear una cronología exacta», reza el comunicado que presenta los resultados del estudio. Los investigadores aseguran que con estos elementos la datación ha sido más precisa que cuando se elabora a partir de restos cerámicos o arquitectónicos comparados con los de otros sitios arqueológicos.
El estudio señala algunas diferencias con la secuencia de acontecimientos conocida. En concreto, se cree que Ezequías construyó lo que se conoce como el Muro del Rey Ezequías, o el Muro Ancho, una gran fortificación descubierta en la década de 1970 en la Ciudad Vieja de Jerusalén, como parte de las nuevas defensas de la ciudad contra una invasión asiria, como está descrito en el libro bíblico de Crónicas. Sin embargo, las técnicas de datación de los investigadores sitúan la construcción del muro décadas antes, durante el reinado del rey Uzías, de quien se sabe que reconstruyó y rehabilitó la ciudad después de un gran terremoto.
Los resultados también proporcionan «evidencia concreta de la presencia generalizada de asentamientos humanos en Jerusalén ya en el siglo XII a. C.», según los arqueólogos. Esto indica que la ciudad probablemente estaba más poblada en ese momento de lo que se piensa. Además, utilizando las nuevas técnicas se ha fechado con precisión una conocida expansión de la antigua ciudad hacia el oeste en el siglo IX a. C.