Nueva tragedia, esta vez en el Atlántico: 17 migrantes fallecidos al sur de El Hierro

El viernes fue el Mediterráneo, este lunes el Atlántico. Nueva tragedia en el mar con los migrantes que buscan una vida mejor como tristes protagonistas. Si el pasado viernes fallecieron 130 entre Libia e Italia, este lunes ha sido 17 a 426 kilómetros al sur de la isla de El Hierro.

La embarcación fue encontrada por la mañana por un avión del Servicio Aéreo de Rescate, por lo que el Centro de Control de Salvamento Marítimo en Tenerife movilizó a la guardamar Talía, además de un helicóptero del Ejército del Aire, informa Europa Press.

Tras localizar la barquilla, el helicóptero puso a salvo a los tres únicos supervivientes que viajaban en el cayuco y comunicó que a bordo quedaban 17 cuerpos sin vida. Los supervivientes, todos varones, fueron trasladados al muelle de La Restinga.

Desde Salvamento Marítimo han informado de que estas personas se encontraban bastante deshidratadas, por lo que les han tenido que suministrar líquidos a bordo de la aeronave.

La guardamar Talía continúa yendo hacia la posición del cayuco, pero no llegará hasta el martes debido a la distancia a la que se encuentra.

Según Helena Maleno, fundadora de Caminando Fronteras, en el último mes, al menos 283 personas han desaparecido en la ruta canaria abordo de cinco embarcaciones que salieron desde Mauritania.

Sant’Egidio reza por los fallecidos y pide vías seguras

Este lunes, la Comunidad de Sant’Egidio ha celebrado vigilias de oración por toda Europa –en España, en Barcelona– para pedir «justifica y paz», para «vencer la cultura de la indiferencia que provoca muerte, para que se abran vías de salvación para quienes abandonan su tierra en busca de un futuro mejor».

«Recordar a quienes han muerto es empezar a proteger, acoger e integrar a muchos para que las peligrosas vías del mar se sustituyan por vías seguras de emigración, por corredores humanitarios, y la cultura del descarte se sustituya por la cultura de la acogida y de la inclusión», han manifestado desde Sant’Egidio.

Este domingo, el Papa Francisco volvía a gritar «vergüenza» ante la tragedia acaecida días antes que le costó la vida a 130 migrantes. «Les confieso que estoy muy apenado. […] Eran personas, seres humanos y durante dos días han estado implorando en vano una ayuda que no ha llegado», añadía.