Nueva mirada de la Iglesia al Corazón de Jesús
Dos días antes de que Getafe celebrara la solemnidad del Sagrado Corazón el Papa anunció una exhortación sobre Él
Varios miles de personas peregrinaron el pasado fin de semana al cerro de los Ángeles —uno de los tres templos españoles dedicados a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús— para festejar una solemnidad que «constituye el rasgo de identidad más importante de nuestra espiritualidad como diócesis», dijo el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, durante la celebración. El vicario episcopal para el cerro de los Ángeles, Manuel Vargas, va un paso más allá y, en conversación con Alfa y Omega, afirma: «La espiritualidad del Corazón de Cristo tiene importancia para toda la Iglesia. De hecho, los sucesivos Papas lo han presentado en varias ocasiones como el centro de la fe cristiana». Pío XII, por ejemplo, en la encíclica Haurietis aquas, de 1956, dice que «en esta devoción está condensada toda la religión cristiana». ¿Por qué?, cabría preguntarse. «Porque lo que celebramos en esta solemnidad es que Dios existe, que es muy bueno, que se ha hecho hombre y que está en medio de nosotros», responde Vargas.
También el Papa Francisco, siguiendo la estela de sus antecesores, se detendrá a reflexionar sobre el Sagrado Corazón de Jesús. Hace dos semanas, el Pontífice anunció un nuevo texto magisterial para meditar sobre los aspectos «del amor del Señor que pueden iluminar el camino de la renovación eclesial» y que, además, «digan algo significativo a un mundo que parece haber perdido el corazón». Con forma de exhortación apostólica, verá la luz en septiembre, con motivo del 350 aniversario de la primera revelación del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita María Alacoque.
Para el vicario, el mundo sin corazón que plantea el Santo Padre contrasta con una sociedad en la que cada vez hay más revistas y programas llamados «del corazón». «Si uno se asoma a este tipo de publicaciones lo que se encuentra, en realidad, son las aventuras amorosas de los famosos y eso nada tiene que ver verdaderamente con el corazón», sostiene Vargas. Por otro lado, a pesar de que se alude mucho al corazón, «se aprecia en la sociedad una indiferencia, una frialdad y una despreocupación pavorosa hacia quienes vienen de otros países, hacia los enfermos, los ancianos, los que sufren». Para el vicario episcopal «vivimos una época de gran emotivismo pero, al mismo tiempo, caminamos hacia una sociedad en la que destaca el individualismo solitario».
Frente a este contexto, Vargas propone las «cuatro actitudes fundamentales» que emanan del Corazón de Jesús: confianza, porque «estamos en las manos del Señor y, por tanto, podemos vivir sin miedo ni angustia»; deseo de imitación, que «nos lleva a tener a Cristo como modelo y nos conduce a una existencia humilde, alegre, generosa, con preocupación por los demás»; reparación «con nuestra vida del mal que cunde en el mundo», y consagración, donde se propone una «entrega total a Dios, tanto del pasado como del presente y el futuro».
Junto con estos cuatro aspectos esenciales, la devoción presenta también algunos «elementos accidentales», que el vicario para el cerro de los Ángeles piensa que el Papa Francisco llamará ahora a actualizar con su nueva exhortación. «Hay expresiones artísticas del siglo XVIII que nos resultan anacrónicas. No nos debe asustar nada que se replantee esta devoción con otras formas pictóricas o escultóricas más actuales». También desde otras artes. En este sentido, cita la Canción al Corazón de Jesús, del jesuita Cristóbal Fones, o la película Corazón ardiente, de Goya Producciones.
Cierre del año jubilar
Durante la Eucaristía del día 7 de junio la diócesis también celebró las bodas de titanio, oro y plata —70, 50 y 25 años respectivamente— de un grupo de sacerdotes diocesanos. El obispo destacó durante la homilía su «gran fidelidad a la Iglesia». Ese mismo día por la tarde el obispo auxiliar de Getafe, José María Avendaño, clausuró el año jubilar que las carmelitas del cerro de los Ángeles han celebrado con motivo del primer centenario de su fundación. «Este año ha ayudado a que la gente caiga en la cuenta de la importancia de la vida contemplativa en la Iglesia», explica Vargas. Recuerda asimismo que «fue voluntad de Dios que junto al monumento del Sagrado Corazón de Jesús se erigiera una convento de carmelitas descalzas. “El Señor me lo pedía a gritos”, manifestó en su momento santa Maravillas de Jesús, fundadora de este carmelo».
El 30 de mayo de 1919 el rey Alfonso XIII inauguró el monumento en el cerro de los Ángeles. En aquel momento, el rey consagró España al Sagrado Corazón de Jesús. «Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de sus hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la ciencia y de las letras y en nuestras leyes e instituciones», dijo, entre otras cosas, el monarca.
La pieza escultórica fue destruida durante la Guerra Civil, el 7 de agosto de 1936. Posteriormente fue replicada por el mismo escultor, Aniceto Marinas, aunque la segunda obra tiene una mayor altura respecto de la pieza original. La imagen de Cristo tiene actualmente 11,5 metros más 26 del pedestal. Se terminó de construir y se inauguró en 1965. «Bajo sus pies han pasado numerosos santos, como santa Maravillas de Jesús; san Manuel González, el obispo de los sagrarios abandonados; san José María Rubio; san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, o la madre Teresa de Calcuta», asegura Manuel Vargas, vicario episcopal para el cerro de los Ángeles.