No son leyes justas las que no reconocen derechos básicos
«La actual legislación sobre el matrimonio es gravemente injusta, porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especifidad», ni respeta los derechos de los contrayentes y de los niños, denunció el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Rouco Varela, al inaugurar, el pasado lunes, su C Asamblea Plenaria, que concluirá mañana. Anunció, también, que se espera que sean unos 500 los mártires del siglo XX beatificados en octubre de 2013. Ha aquí lo más destacado de su intervención:
Ésta que hoy comenzamos hace ya el número cien de nuestras Asambleas Plenarias. Nuestra Conferencia Episcopal es joven, no ha cumplido todavía los 50 años. Los cumplirá, Dios mediante, no tardando mucho: en 2016. Pero como hemos celebrado algunas Plenarias extraordinarias, ya alcanzamos ese primer número total de Asambleas Plenarias con tres cifras.
Los obispos sabemos bien que el arduo y hermoso trabajo de la nueva evangelización se lleva a cabo fundamentalmente en el día a día de las parroquias, de las obras apostólicas de institutos de vida consagrada, de asociaciones y de movimientos, en los monasterios y también en las familias que cultivan la fe. Sabemos que el trabajo apostólico es sostenido por personas concretas, llenas del ardor de la caridad que se alimenta en la Eucaristía y en los sacramentos y que viven su fe y su misión en la comunión de la Iglesia.
Ninguna institución humana, tampoco la Conferencia Episcopal, puede en modo alguno sustituir los cauces ordinarios queridos por el Señor para hacerse presente en el mundo, a través de los sacramentos de la gracia, en la comunión de la Iglesia. Esos cauces van ligados a la Tradición viva; una tradición eclesial que tiene su garantía sacramental en la sucesión apostólica, y que es, por tanto, obra del Espíritu Santo. La Tradición nunca es un proceso anónimo ni burocrático, sino que va unida a testigos concretos. Pero también sabemos los obispos que nuestro ministerio es católico y, por eso, colegial; que cada uno de nosotros ha de estar movido por la solicitud por todas las Iglesias. Sabemos, además, que el mundo tan interconectado en el que vivimos exige, de modo cada vez más apremiante, que ejerzamos nuestro ministerio en estrecha colaboración unos con otros, estudiando juntos los problemas comunes y buscando vías conjuntas de solución.
De los años 60, al siglo XXI
Los años postconciliares no son comprensibles ni evaluables sin las enseñanzas, la doctrina, las orientaciones, normas e iniciativas pastorales de la Conferencia Episcopal Española. En ellas, se pueden observar unos ciertos acentos temáticos propios de cada momento histórico: desde los nuevos planteamientos referentes a la moral conyugal o al ordenamiento de la vida política, de los años 60-70; pasando por el viaje del Papa y la posterior atención a temas como el de la reconciliación y la penitencia, o el de los católicos en la vida pública, de los años 80; la proposición monográfica de la buena noticia del Dios que es amor, la mirada de fe al siglo XX y la lectura de la situación moral de la sociedad en la perspectiva de la verdad os hará libres, en los años 90; hasta llegar al análisis moral exhaustivo del terrorismo y de sus causas, de la secularización y la calidad de la teología, de la nueva situación moral de España, y de la familia y el amor conyugal, ya en estos primeros años del siglo XXI.
En el plano más específico de la actividad canónica y de orientaciones prácticas pastorales, hay que inscribir los Decretos generales de desarrollo de las normas del nuevo Código de Derecho Canónico de 1983; el gran trabajo de traducción y adaptación de los libros litúrgicos realizado con gran diligencia. El amplio trabajo de revisión, que llevamos haciendo desde hace cerca de 15 años en este campo, ha fructificado en una versión completa de la Sagrada Escritura.
«A lo largo de estos encuentros impulsados con fines pastorales prácticos por el Concilio Vaticano II, cuyo cincuentenario recordamos, los obispos españoles han expresado vivamente la preocupación, la responsabilidad y el cuidado por la Iglesia que peregrina en España, viviendo la colegialidad episcopal en sintonía con la cabeza del colegio, el sucesor de Pedro», afirmó monseñor Renzo Fratini, nuncio de Su Santidad en España, al saludar a los obispos al comienzo de la Asamblea Plenaria. El nuncio repasó algunos de los temas a tratar en este encuentro. Citó, por ejemplo, la «transmisión de la fe en la infancia», la preparación del V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Ávila y el estudio «de las relaciones mutuas entre los obispos y la vida consagrada». Ésta, fuera de la comunión con la Iglesia, «carece de sentido». Explicó también la importancia de que los obispos estén dedicando tiempo a estudiar «la formación de los sacerdotes extranjeros, que prestan servicio pastoral en las comunidades eclesiales». Su presencia en las diócesis españolas es «una riqueza», aunque se necesita «un sincero discernimiento» que vaya más allá de la mutua conveniencia; además de una formación adaptada, apoyo y acompañamiento espiritual.
Es obligado subrayar también con fuerza el papel jugado por la Conferencia Episcopal en el estudio, negociación y elaboración de los Acuerdos entre la Santa Sede y el Gobierno de España, verdaderos Tratados de Derecho internacional. No cabe duda de que el papel jugado por la Conferencia Episcopal en la vida de la Iglesia en estos ya casi 50 años de vida ha sido de una decisiva y beneficiosa importancia para la Iglesia misma y para su presencia y acción evangelizadora en la sociedad española. Como en cualquier historia humana, no todo han sido luces en estos años. También ha habido sombras, que van siendo aclaradas a medida que el tiempo nos permite una revisión del camino recorrido, en clave de conversión.
La hora actual
El Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, celebrado en Valencia a comienzos de este mes, en realidad había sido previsto ya en el Plan anterior, si bien había sido pospuesto, cuando se conoció que en 2011 iba a tener lugar en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud. Se preveía lo que realmente ocurrió: que el impulso de comunión creado por la JMJ iba a hacer posible un gran paso adelante en el centramiento de todos los que trabajan en la pastoral juvenil en lo que es el corazón de la misma, es decir, en facilitar a los jóvenes el encuentro de conversión con Jesucristo, en la comunión de la Iglesia, para hacerse evangelizadores.
Urge reformar la legislación española del matrimonio
No nos corresponde a los obispos pronunciarnos sobre la pertinencia jurídica de los actos de los tribunales. Pero sí tenemos el deber de ayudar al discernimiento necesario acerca de la justicia de una legislación como la referente al matrimonio, que toca tan de lleno el corazón de la vida de las personas y que condiciona tan decisivamente la vida de la sociedad y el futuro de nuestro pueblo. La Instrucción pastoral [La verdad del amor humano] denuncia, en efecto, que la actual legislación sobre el matrimonio es gravemente injusta, porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como esposo y esposa; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como esposos y esposas del futuro; ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable. No son leyes justas las que no reconocen ni protegen estos derechos tan básicos sin restricción alguna. Por eso, es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio.

Una de las acciones previstas en el Plan Pastoral es la preparación y celebración, en octubre de 2013, de una ceremonia de beatificación de mártires «cuyo testimonio e intercesión son de gran valor para el crecimiento en la certeza y en la alegría de la fe de todo el pueblo de Dios». Los preparativos para la beatificación están avanzados, porque la mayoría de las Causas que integran el grupo ya tienen el Decreto correspondiente y se prevé que las otras lo podrán tener antes del verano próximo. De modo que, si Dios quiere, se reunirá un grupo de mártires en torno a los 500.
Ante la crisis económica
El Plan Pastoral se refiere al nuevo contexto marcado por la llamada crisis económico-financiera, que «traspasa la frontera de lo estrictamente económico». La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal decidió publicar, el pasado 3 de octubre, la Declaración Ante la crisis, solidaridad. Pide, en concreto, «que los costes de la crisis no recaigan sobre los más débiles»; que «se preserve el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España»; y que se busquen con urgencia soluciones «que permitan a esas familias (desahuciadas) hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle». Reiteramos estas peticiones y aprovechamos también para exhortar, una vez más, a los gestos de ayuda concreta con quienes más sufren las consecuencias de la crisis. Los gestos de caridad no sólo ayudan a quienes lo necesitan, sino que también ayudan a revisar el propio estilo de vida.
Sínodo sobre la nueva evangelización
Durante las tres últimas semanas del pasado mes de octubre, hemos participado en la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Roma. Venimos contentos de habernos encontrado con Hermanos de todo el mundo, a quienes hemos podido escuchar y con quienes hemos podido hablar de la única misión de la Iglesia: la evangelización. Se percibe, cada vez más, el mundo como una gran aldea global; en particular, en lo que toca a las dificultades y a las ocasiones que todos encuentran para la evangelización.
La Iglesia tiene la tarea de evangelizar, de anunciar el mensaje de salvación a los hombres que aún no conocen a Cristo. Es necesario rezar al Espíritu Santo para que suscite en la Iglesia un renovado dinamismo misionero, cuyos protagonistas sean de modo especial los agentes pastorales y los fieles laicos. Un aspecto tiene que ver con las personas bautizadas, pero que no viven las exigencias del Bautismo. La Iglesia dedica una atención particular para que encuentren nuevamente a Jesucristo, vuelvan a descubrir el gozo de la fe y regresen a las prácticas religiosas en la comunidad de los fieles.
• Se está estudiando un borrador del segundo Catecismo de infancia, Testigos del Señor, destinado a los chicos entre 10 y 14 años, de la Subcomisión episcopal de Catequesis; y el documento Iglesia particular y vida consagrada, de la Comisión episcopal para la Vida Consagrada.
• Se están tomando algunas decisiones sobre la beatificación de mártires del siglo XX en España, prevista para octubre de 2013; y sobre la posible constitución de la Junta Episcopal para el V Centenario del Nacimiento de santa Teresa de Jesús, en 2015.
• El martes, monseñor Eduardo García Parrilla recibió el título de Protonotario apostólico supernumerario, otorgado por la Santa Sede por su trabajo como Vicesecretario General de la Conferencia desde 1997.
• Los obispos peregrinarán, mañana viernes, a Montilla (Córdoba) para visitar los restos de san Juan de Ávila y pedir, como afirmó el cardenal Rouco, «por los frutos de la nueva evangelización, en particular en el campo de las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada».
• Los obispos están recibiendo información del obispo consiliario de la Acción Católica en España, monseñor Carlos Escribano; del Rector Magnífico de la Universidad Pontifica de Salamanca, don Ángel Galindo; y del Director Nacional de Obras Misionales Pontificias, don Anastasio Gil.
• Se están estudiando los balances económicos de 2012, así como la distribución del Fondo Común Interdiocesano y los presupuestos para 2013.