«No puede ser que las mujeres tengan que elegir entre trabajar o ser madres»
La Fundación Juan March organiza un debate sobre La maternidad y la situación laboral de las mujeres en España, porque «en el terreno de la conciliación hombres y mujeres deben ser corresponsables»
«Lo que pasa en España con las parejas que deciden tener un hijo es que el hombre continúa con su carrera profesional como antes, y la mujer sufre un parón en su vida laboral», dijo este lunes la profesora de Economía de la Universidad Pompeu Fabra Libertad González, durante el debate La maternidad y la situación laboral de las mujeres en España, organizado por la Fundación Juan March en Madrid.
Después de tener su primer hijo, «cae la participación de la mujer en el mercado laboral», y se produce «una brecha persistente entre ambos en términos de ingresos y de implicación en la vida pública», añadió.
Para Constanza Tobío, catedrática de Sociología de la Universidad Carlos III de Madrid, «en España el Estado y la empresas han estado siempre más rezagados» a la hora de incorporar cambios que faciliten la conciliación laboral, algo que se ha visto acentuado tras la pandemia: «lamentablemente hemos vuelto 50 años atrás en el ámbito de los cuidados, porque muchos mayores han vuelto de las residencias y la red familiar de abuelos y abuelas cuidadores se ha replegado y casi desaparecido», lo que ha repercutido en una «sobrecarga» de las madres.
«Ellas tienen ahora una carga extra de trabajo en el hogar –confirmó Libertad González–, lo que ha ocasionado un aumento de los problemas de salud mental para ellas».
Este panorama hace que «hoy tengamos una tasa de fecundidad mucho más baja que en Europa», señaló Tobío, porque «las empresas y el Estado no han asumido del todo la responsabilidad de los cuidados». «No se trata simplemente de dedicar recursos y políticas sociales a ayudar a la madre cuidadora –dijo–, sino que en el terreno de la conciliación hombres y mujeres deben ser corresponsables. No puede ser que las mujeres tengan que elegir entre trabajar o ser madres».
En esta línea, Libertad González pidió «una mayor corresponsabilidad» a los hombres, «que no se implican de la misma manera que las mujeres» en el hogar. Esa es la explicación de que, a pesar de que los permisos de paternidad han aumentado, «paradójicamente la tasa de fecundidad de los hombres ha descendido. Hoy el 95 % de las excedencias y de las reducciones de jornada las solicitan las mujeres. A los hombres les hace falta dar un paso todavía», añadió.
Como vías de actuación, la profesora de Economía en la Universidad Pompeu Fabra propuso «mejorar los horarios laborales de hombres y de mujeres acercándolos a la jornada escolar, flexibilizar la jornada y utilizar recursos como el teletrabajo». Y junto a ello «promocionar una mayor participación de los hombres en el cuidado de los hijos».
Tobío constató que «hace 50 años el hombre recibía un salario que bastaba para mantener a toda su familia. Ahora hacen falta dos salarios y dos trabajos a tiempo completo. Aquí hay algo que tenemos que replantearnos».
«Lo que pasa es que de fondo está la idea de que al final son las mujeres las que van a sacar la casa y los cuidados adelante, y con todo no podemos», denunció. Por ello, propuso que «mientras llega la posibilidad de reducir los horarios laborales manteniendo un salario suficiente para mantener a la familia», es «fundamental» incorporar a los hombres a las labores de cuidado: «Ellos mismos tienen mucho que ganar para sus propias vidas».