«No nos jubilamos de reivindicar nuestros derechos»
El presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, tras reunirse con el Ministerio de Derechos Sociales, pide acelerar los trámites para proteger a los ancianos
«Tenemos que aprovechar los años que tenemos hasta 2030 a sabiendas del cambio que se va a producir con la llegada de nuevos jubilados. Los boomers van a tener un impacto muy notable y vamos a pasar de los diez millones de pensionistas a los 15», advierte en conversación con Alfa y Omega Jesús Norberto Fernández, presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas. Es un ente que aglutina a más de 15.000 asociaciones —no solo de jubilados sino también en torno a la discapacidad— y que se reunió el pasado jueves con el Ministerio de Derechos Sociales y su titular, Pablo Bustinduy, así como la directora general del IMSERSO, Mayte Sancho.
Fernández explica que durante la reunión entre varios cargos de su plataforma, la vicepresidenta de Gerontología de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Bustinduy y Sancho, «hicimos un repaso de los proyectos que tiene planteado el ministerio». Y agradecieron «el papel importante que ha jugado España ante Naciones Unidas para que se realice una futura convención de derechos de las personas mayores». No obstante, también les hicieron llegar sus exigencias y solicitaron celeridad para la reforma de la Ley de Dependencia, la actualización de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y una ley que proteja a los mayores, como ya se hace con la infancia. «Nos jubilamos del trabajo pero no de reivindicar nuestros derechos», sentencia el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas.
Otra petición relevante que hicieron fue «acelerar el proyecto de Ley de Atención al Cliente». «Tendría que haber pasado ya el Senado pero se quedó paralizada», protesta Fernández. Y explica que esta norma no solo pretende proteger a los ancianos de las astucias de los comerciales que les venden tarifas de telefonía o televisión muy por encima de sus necesidades, sino también garantizar «la accesibilidad a las personas mayores que quieren contratar su servicios ordinarios de energía o hacer trámites bancarios» y no lo consiguen al no disponer de vías alternativas a hacerlo en línea.
«La gente mayor es la gran usuaria de la banca», subraya Fernández. Y, sin embargo, «muchos, por desconocimiento tecnológico», no pueden hacer sus gestiones. Sobre todo a raíz de que, tras la crisis de 2008, las sucursales en nuestro país pasaran de 45.000 a 17.000 —menos de la mitad— y se redujera significativamente el horario de atención en ventanilla.
Finalmente, el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas añade que «nos hemos ofrecido a colaborar estrechamente en la estrategia que aprobó recientemente el Gobierno ante la crisis de cambio climático, que afecta muy especialmente a los mayores durante las olas de calor».