No es verdad 928 - Alfa y Omega

—Juez: ¿Usted es médico?

—Agente: No, señoría.

—Juez: ¿Tiene conocimientos de primeros auxilios o avanzados para poder determinar si tiene una lesión o no la tiene?

—Agente: No. Disculpe, señoría. Sabemos simplemente que se ha hecho el malo entre comillas para que luego se llame a una ambulancia. Son ya muchos años, sabemos el que está mal y el que no está mal»…

El interrogatorio, revelador donde los haya, tiene lugar, por increíble que pueda parecer, en un tribunal de justicia español, y su señoría interroga así a un guardia civil que «lleva ya muchos años» en Melilla, sobre algo acontecido en la tristemente famosa valla, lo que, obviamente, ha inspirado a JM Nieto la viñeta que ilustra este comentario. Creo que no necesita más interpretaciones. Hay cosas que hablan por sí solas…

Mientras tanto, saltan a las portadas timbas de póquer con billetes de 500 y prostitutas en juego, y cacerías con escopetas de ex ministros y ex jueces, y aumenta día a día la sensación generalizada de impunidad de según qué corruptos, que ni son acusados de responsabilidad penal, ni siquiera política y que, por supuesto (y por su puesto), no devuelven un euro de lo que se llevaron crudo. Y ¡cómo llaman la atención los magistrados y juristas de verdad! Como dice Luis del Val, lo primero y principal en un juez es el sentido común y, luego ya… si sabe algo de Derecho, pues mejor, ¿no?

Otro año más, ha pasado el 1 de mayo, fiesta del Trabajo, que en España se celebra mayoritariamente sin dar golpe cuatro o cinco días de puente, y, otro año más, el bi-sindicalismo oficial rampante —igual que hay un bipartidismo hay un bi-sindicalismo como la copa de un pino— ha vuelto a hacer su habitual paripé de lo social. Y, verán ustedes, señores de la UGT y de CC. OO.: a base de ideología sindicalista, barata y rancia, no se arregla el problema del 23 por ciento de paro, y ustedes lo saben mejor que nadie. Hay, tiene que haber, otro sindicalismo que merezca tal nombre y que les sirva para algo a los sindicados y no les cueste un euro a los que no les da la gana de sindicarse en esos sindicatos.

Agradecería en el alma que alguien me explicase por qué el PP, con 50 escaños no pudo gobernar en Andalucía, y por qué el PSOE, con 47, sí va a poder. ¿En eso consiste lo de podemos? Visto lo visto, los populistas marxistas leninistas camuflados de socialdemócratas a ver si cuela, antes de asaltar el cielo, están empezando a notar que tienen que pasar por el aro de la tozuda tierra, y a fe que lo hacen con casta, aun antes de pisar moqueta. ¿Por qué la lista más votada sirve en unas ocasiones, y en otras, no? ¿Para que sirva la lista más votada tiene que ser de izquierdas? La factura que todo esto le va a pasar, lógica e impepinablemente, al PP va a ser de aquí te espero. No tanto por lo que ha hecho, que también, cuanto por lo que ha dejado de hacer, cuando tenía mayoría absoluta para poder hacerlo. Y no sólo, ya se ve, en lo del aborto. ¿Va a ser verdad que el PP pasará a la Historia como el partido reducido a desfacer los entuertos económicos de socialistas y socialdemócratas… y nada más? ¡Qué ocasión ha tenido, por ejemplo, sin ir más lejos, para arreglar lo de las pensiones de las viudas! Si, a la muerte del marido, les queda reducida la pensión a la mitad, ¿por qué tienen que seguir pagando entero el recibo de la luz, del agua, de todo lo demás? ¿Cuántos votos le supondría eso al partido que entendiera lo social en la práctica concreta y no en la teoría ideologizada? Y ya han vuelto los enviados especiales a Nepal y ¿ya se acabó la solidaridad? ¿Ya no se vuelve a hablar de ello hasta cuándo?

Me ha escrito un largo y atentísimo correo electrónico don Antonio Piñero, catedrático emérito de Filología Griega de la Complutense —¡gracias por leerme!— en el que me reprocha justamente que no lo citara como autor que es de la Vida de san José, a la que aludí aquí la semana pasada. Le pido perdón. Él mismo me cuenta que «ya avisé a la editorial de que el nombre podía pasar desapercibido, y de que una vida de san José es técnicamente inescribible por la falta de fuentes fiables». Que es un texto «inspirado en los evangelios apócrifos» lo afirma la propia publicidad editorial; yo sólo alerté sobre lo polémico de ese texto, que podría aceptar «cualquier catedrático de Nuevo Testamento de las Universidades de Deusto, Salamanca, Comillas o Granada» —según dice el profesor Piñero, y yo pongo muy en duda—, pero lo cierto es que al sensus fidei del sencillo pueblo fiel católico, con todo fundamento devoto de san José, pueden hacérsele muy cuesta arriba.