No es verdad 848 - Alfa y Omega

«Merkel, Merkel, über alles»: así ha titulado el diario El Mundo su información sobre el resultado en las recientes elecciones en Alemania. No sé hasta qué punto responde a la verdad -y a la conveniencia- eso de que la señora Merkel vaya a estar sobre todo y sobre todos. La revista Time, en la portada que le dedicó la semana antes de las elecciones, ponía sobre su rostro este título: The Angela enigma; y tampoco sé -y bien que me gustaría saberlo- hasta qué punto responde a la verdad esa caricatura de Kap en La Vanguardia que ilustra este comentario y en la que se ve a la líder alemana con la bandera de Alemania en un ojo y la bandera de Europa en el otro. Por no saber, no sé siquiera si para la actual situación española es bueno, malo o regular, que la señora Merkel haya ganado las elecciones, porque, la verdad, desde hace muchos meses estoy a la espera de saciar mi curiosidad malsana y saber quién se llevará el gato al agua, si la férrea solidez germana, o la retranca gallega del registrador de la propiedad que preside el Gobierno de España. Ya digo, arrecia de día en día el interés que siento por cómo acabará la cosa. En todo caso, hay que constatar que la victoria de la Merkel recuerda los viejos tiempos de Khol y de Adenauer. Y, desde luego, ha rivalizado en las portadas de todos los medios de comunicación con el Papa Francisco y, especialmente en los españoles, con las últimas informaciones sobre Su Majestad el Rey y sobre lo de Cataluña. Por cierto, JM Nieto, uno de los humoristas de ABC, ha pintado el mapa de España y en el rincón superior oriental, sobre el territorio de Cataluña, la prótesis de cadera real.

Escribía la semana pasada, en este rincón, que visto lo visto y escuchado lo escuchado, y leído lo leído, si hay alguien verdaderamente independentista y separatista en este momento es el PSOE. Y tengo que precisar -y lo hago con mucho gusto- que me refería, obviamente, al PSOE actual, al de Rubalcaba y Valenciano; porque está resultando por demás interesante ver estos días cómo la vieja guardia del PSOE (desde Felipe González y Corcuera, a Vázquez, Bono, Cháves, Leguina, Ballesteros, Belloch, o García-Paje) no tienen nada que ver con los actuales dirigentes socialistas. ZP ya se sabe que siempre ha sido, es y será otra cosa, aunque no se sabe muy bien qué. Alguien tan morigerado como el popular González Pons ha dicho uno de estos días en la COPE que «Rubalcaba y Valenciano parecen más del PSC que del PSOE». Ya es sabido que Rubalcaba y Navarro tratan de vender la burra de un modelo federal para encajar a Cataluña en España. ¿Y en dónde estaba encajada hasta este momento? Ya desde el mismo PSOE le han preguntado a Rubalcaba que qué es eso de un Estado federal. Y Esperanza Aguirre, Presidenta del PP en Madrid, ha dado una de cal y otra de arena hablando en Cataluña de que hay que catalanizar España, y escribiendo en Madrid que «los ciudadanos de Cataluña votaron la Constitución, que prohíbe el derecho a la secesión, en mayor porcentaje que el resto de los españoles». Es curioso que, mientras Junqueras, tras el aviso de la Unión Europea, aboga por la tercera vía de una doble nacionalidad en Cataluña -échale guindas al pavo-, la empresa del cuñado del Presidente de la Generalidad pasa de facturar cinco millones con la Generalidad a facturar 322. Eso se llama estar a lo que estamos. En todo caso, conviene no olvidar la vieja sabiduría del refrán castellano se recoge lo que se siembra y, como los libros de texto en las escuelas vascas y catalanas cuentan las cosas a los niños de hoy como si la Historia fuera el cuento de Caperucita Roja o el de Ali Babá y los cuarenta ladrones, y como los periódicos, radios y televisiones de esos rincones de España no cuentan lo que hay, sino lo que ellos quieren que haya, conviene recordar lo que aquí, en España, sembraron muchos desde hace muchos años, concretamente desde la izquierda. ¿O creen que se nos ha olvidado lo de Felipe, Guerra, Maravall, Calviño, Tierno Galván…? Que no, que no se nos ha olvidado, ni se nos va a olvidar. Tampoco las cesiones por la derecha. Se recoge lo que se siembra; está muy bien que ahora se lleven las manos a la cabeza, pero podrían haberse evitado el disgusto desde hace muchos años.