«No entiendo este Evangelio». «Entonces ¿cómo lo dirías tú?»
El libro Rezando vamos recoge el Evangelio de cada domingo de forma que los niños puedan entenderlo. La obra surge de unas oraciones grabadas en las que participa Celia. «Así me entero mejor» en Misa, cuenta
A veces, a los niños les cuesta un poco seguir las lecturas de Misa. Ahora lo tienen más fácil gracias al libro Rezando vamos, que acaba de publicar la editorial Mensajero. El volumen recoge el texto del Evangelio de cada domingo, empezando por el primer domingo de Adviento, que fue el día 3 de diciembre.
Pero en esta obra no viene el Evangelio «tal cual se lee en la iglesia, sino adaptado para niños. Por ejemplo, cambian las palabras difíciles por otras más sencillas, y es más entretenido. Así, me entero mejor». Nos lo cuenta Celia, una niña de 12 años de Valladolid. Ella participa en Rezando voy, el proyecto del que ha nacido el libro.
Esta iniciativa ofrece a través de internet (rezandovoy.org) pequeñas oraciones en audio para escuchar cada día. También hay una versión semanal para niños. Celia y sus hermanos son algunos de los chicos que las graban. Cuando les toca, «ensayamos leyendo los textos en voz alta, y luego pasamos al estudio, donde están los micrófonos. Hay unas reflexiones muy bonitas que mezclan el Evangelio y la vida cotidiana y te hacen pensar», y siempre se incluye una canción.
Sin embargo, «lo central de Rezando voy es el Evangelio –explica José María, su responsable–. Y como en la Biblia hay palabras poco habituales, e historias complicadas para los niños», él traduce el texto, contándolo de forma que los niños lo entiendan mejor. Esto no significa que cambie las historias. «Los niños son niños, pero no tontos. No hay que edulcorarles el Evangelio», quitando las partes que no nos gustan. «Debemos hablar de que Jesús murió en la cruz, por ejemplo».
A pesar de los esfuerzos de José María, Celia reconoce que «alguna vez seguimos sin comprender alguna palabra, o nos liamos al leerla. Entonces le preguntamos». «Y yo –añade él– les devuelvo la pregunta: “¿Cómo lo dirías tú?”. Así que, en parte, el resultado final viene de los propios niños».
Dibujos sin cara
A muchos chicos les gustaban tanto estas traducciones del Evangelio que escuchaban en Rezando voy, que el equipo decidió juntarlas en un libro. «Las biblias infantiles solo tienen las historias más fáciles para los niños, pero faltan muchos de los textos que se leen en Misa», explica José María.
Para completar los textos, le pidieron dibujos a Cova, «una ilustradora que nos conoce bien y que utiliza Rezando voy con sus hijas». Una cosa curiosa es que Cova tomó la decisión de «dibujar a los personajes sin cara. Así, después de leer el texto, los niños pueden pensar en quién es cada uno y cómo se siente. Es muy interesante», porque les ayuda a profundizar en el mensaje de Jesús.
José María piensa, además, que «una manera muy bonita de usar el libro es leerlo juntos padres e hijos, y luego comentarlo entre todos. Si lo leen antes de ir a Misa, los niños van a la celebración ya sabiéndolo. También se puede utilizar en catequesis».
El 3 de diciembre, primer domingo de Adviento, fue también el comienzo del año litúrgico. ¿Por qué este año empieza ahora, y no el 1 de enero? José María, de Rezando voy, nos explica que «para nosotros los cristianos, lo que nos marca el tiempo es ir haciendo memoria de toda la vida de Jesús. Y esta no empieza con su nacimiento». En el libro de Rezando vamos, nos explica que «las cosas importantes necesitan prepararse». Por ejemplo, «la visita de unos familiares o amigos queridos, que uno anticipa mil veces, deseando que llegue. El Adviento es el tiempo para prepararse para la venida de Jesús. Él es el mejor regalo que Dios hizo a la creación. Pero solo un corazón abierto y dispuesto puede recibirlo».