Nigeria, en la lista negra de EE. UU. por la falta de libertad religiosa
El Departamento de Estado estadounidense ha incluido a Nigeria en su lista de «países de especial preocupación», lo que abre la puerta a la imposición de sanciones. El director de OMP celebra que el Gobierno tendrá que dejar de «mirar para otro lado»
Para la Iglesia en Nigeria, «es una buena noticia que la comunidad internacional haya visto la difícil situación en que nos encontramos». El sacerdote Solomon Patrick Zaku, director nacional de Obras Misionales Pontificias en el país, celebra la decisión de Estados Unidos de incluir a la nación africana en su lista de «países de especial preocupación» en materia de libertad religiosa, junto con Arabia Saudita, Birmania, China, Corea del Norte, Eritrea, Irán, Pakistán, Tayikistán y Turkmenistán. Este paso podría allanar el camino a la puesta en marcha de sanciones económicas si los países afectados no toman medidas para corregir la situación.
En su último informe sobre la libertad religiosa en el mundo, publicado en junio, el Departamento de Estado norteamericano aludía a la ilegalización del grupo chiíta Movimiento Islámico, cuyos miembros sufren continuas detenciones y otras formas de represión. También se citaba cómo durante el último Ramadán dos musulmanes fueron detenidos en el estado septentrional de Kano por comer en público de día. En ese mismo estado, en agosto, el cantante musulmán Yahaya Sharif-Aminu fue condenado a muerte por blasfemia.
Imposición del islam
Estas medidas represivas contra los musulmanes vienen a sumarse a la creciente discriminación y persecución a los cristianos en los estados nigerianos del norte, de mayoría islámica. Además de los ataques de Boko Haram y de los secuestros de cristianos a manos de diversos grupos, o del conflicto entre pastores nómadas y agricultores, el padre Zaku enumera otras violaciones de derechos como la denegación de permisos para construir iglesias o la enseñanza obligatoria del islam
Los cristianos también lo tienen mucho más difícil para encontrar empleo o acceder a cargos públicos. «En algunos casos, como en Jama (estado de Kaduna) se han creado» incluso «emiratos musulmanes que se imponen a una población no musulmana», explica el sacerdote. Cuando esta se resiste, obviamente crece la tensión y eso suele llevar a la violencia». La situación es bastante diferente en el sur, donde «las relaciones son mejores. Cristianos y musulmanes se casan entre sí y una persona puede convertirse de una religión a otra sin recibir amenazas».
Llamamiento a la ONU
Frente a este panorama, las medidas tomadas por Estados Unidos, incluidas las posibles futuras sanciones, «ayudarán en gran medida». Sobre todo, al obligar al Gobierno nigeriano, que habitualmente «mira hacia otro lado», a tomar conciencia de este problema. «Aunque han desmentido estas acusaciones como falsas» porque «ellos son parte del problema», el director nacional de OMP opina que a partir de ahora «tendrán más cuidado sabiendo que hay gente vigilando».
También la ONU «debería continuar insistiendo y exigiendo a sus estados miembros» que tomen medidas contra los intentos de cualquier religión de convertirse en hegemónica. «La comunidad internacional tiene la responsabilidad de ayudar a los países a detener el asesinato de seres humanos en nombre de la religión. Si no se controla a los extremistas», puede llegar a producirse «un mar de sangre de víctimas inocentes».
De hecho, a Zaku le preocupa que el extremismo religioso lleve a «la polarización e incluso a la desintegración de Nigeria, que será catastrófica para toda África». Con 206 millones de habitantes, este país es el más poblado del continente, y duplica a los siguientes, República Democrática del Congo y Egipto.
Combatir el adoctrinamiento
Para evitarlo, Zaku subraya que «el Gobierno debería reconocer la libertad religiosa de todos y proteger los derechos de los ciudadanos», evitando que sus nombramientos se basen en la religión. Además, junto con todos los demás líderes, «debe hacer más por ayudar a desintoxicar la mente de los jóvenes envenenados por los prejuicios religiosos y por el adoctrinamiento». Del mismo modo, «hace falta ayuda más concreta para frenar los excesos de los extremistas, de los criminales y de los líderes corruptos».
Según el sacerdote, toda la sociedad nigeriana está llamada a colaborar también en este cambio. Sobre todo en el norte, donde es necesario superar el miedo a sacar a la luz estos problemas. «Cristianos y musulmanes deben ser capaces de hablar objetiva y desapasionadamente sobre las tendencias religiosas negativas, sin ofenderse porque afecte a su religión».
«Vigilancia» a Cuba y Nicaragua
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha eliminado de la lista de «países de especial preocupación» a Sudán y Uzbekistán «debido a los avances significativos y concretos realizados por sus respectivos gobiernos durante el año pasado», informó el secretario de Estado, Mike Pompeo. Washington también decidió recientemente sacar al primero de su lista negra de estados que apoyan el terrorismo.
Por el contrario, Cuba y Nicaragua fueron colocados en la «lista de vigilancia especial» de gobiernos que han participado en «graves violaciones de la libertad religiosa» o las han tolerado. También en esa categoría se incluyeron Comoras y Rusia. Washington realiza anualmente estas designaciones en virtud de la Ley de libertad religiosa internacional de 1998, que busca promover la libertad de culto como política exterior de Estados Unidos, informa AFP.
«Estados Unidos es inquebrantable en su compromiso con la libertad religiosa», dijo en Twitter Pompeo. «No se debe permitir que ningún país o entidad persiga a personas impunemente por sus creencias. Esta designación anual muestra que si se ataca la libertad religiosa, actuaremos».