Nicaragua deporta a 222 presos políticos - Alfa y Omega

Nicaragua deporta a 222 presos políticos

Entre ellos los expulsados estarían varios sacerdotes, condenados recientemente por el régimen de Ortega, pero no el obispo Rolando Álvarez, que no aceptó su expulsión

José Calderero de Aldecoa
Una manifestante es arrestada por la Policía. Imagen de archivo. Fotografía: AFP / Maynor Valenzuela.

El Gobierno de Nicaragua ha liberado y deportado este jueves a Estados Unidos a 222 presos políticos, todos ellos considerados «traidores a la patria» por el régimen de Daniel Ortega.

Además de la expulsión, la Asamblea Nacional —controlada por personas afines al presidente Ortega— ha aprobado una reforma especial de la Constitución, según recoge Europa Press, que estipula que «los traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense», lo que de facto deja a todos los deportados sin la ciudadanía del país.

La directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara Rosas, ha celebrado estas liberaciones, aunque se trata de personas que «han sido enviadas al exilio». «Fueron presas por defender los derechos humanos y levantar la voz contra un régimen despiadado», ha subrayado en Twitter.

La identidad de los deportados no ha sido publicada oficialmente, pero entre ellos se encuentran los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Máx Jérez, según ha informado la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) en un comunicado.

Alemán, de 24 años, es el estudiante que increpó y pidió la renuncia al presidente Daniel Ortega durante el inicio de un fallido diálogo nacional en mayo de 2018.

Entre los expulsados también se cree que se encuentran varios sacerdotes que han sido juzgados y condenados en las últimas semanas por el régimen. Así lo ha confirmado a este semanario una fuente conocedora del caso, que asegura que algunos de los presbíteros se resistieron al no querer abandonar el país.

El que continúa en Nicaragua es Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, que estaba incluido en la lista de prisioneros que iban a ser deportados, pero no aceptó su salida. El prelado está encausado por traición a la patria junto al sacerdote Uriel Vallejos, que recientemente concedió una entrevista a este periódico.