Ni una ONG, ni funcionarios
Cardenal Rouco, sobre la Iglesia y los sacerdotes
«Ni la Iglesia es una ONG benéfica, ni los sacerdotes son sus funcionarios»: así lo manifestó el cardenal Rouco Varela, en la Ordenación de 22 nuevos presbíteros de la archidiócesis de Madrid, el pasado domingo. «No hay que equivocarse respecto a la naturaleza del sacerdocio ministerial –explicó el cardenal arzobispo de Madrid–. No se trata de un cargo u oficio que procede de iniciativas y de programas organizativos desde el punto de vista del bienestar social o de la práctica religiosa». Ni tampoco la Iglesia «es una ONG benéfica, más o menos eficaz en la lucha contra la pobreza material –como nos ha recordado el Papa Francisco–, que sí lo es; ni sus obispos y presbíteros son meros funcionarios o representantes de la Iglesia católica».
Lejos de esta visión alejada de la realidad, «la Iglesia –matizó el cardenal Rouco– es institución del Señor que prolonga sacramentalmente en el mundo su presencia salvadora. Y sus obispos y presbíteros son aquellos a quienes Él confía el servicio de hacerle presente a Él, para la salvación de toda la familia humana».
Por eso, los sacerdotes «han de entregar sus vidas a Jesucristo, crucificado y resucitado por nosotros, hombres pecadores y débiles ante las tentaciones del Maligno, a las que no se escapan tampoco los ya bautizados». De este modo, «en esta nueva hora tan crítica y dolorosa, a los obispos y sacerdotes nos incumbe la guía espiritual, el acompañamiento cercano y el darnos sin condiciones en medio del pueblo, para la renovación de las personas, de las familias y de la sociedad», concluyó el cardenal Rouco.