Neopaganismo tecno - Alfa y Omega

La rápida deriva autocrática y libertaria de Estados Unidos multiplica el bombardeo ideológico en las redes sociales propiedad de varios hipermillonarios con una agenda en las antípodas del bien común o del cristianismo. «La empatía es la principal debilidad y el suicidio de la civilización occidental», afirmó en febrero Elon Musk, apoyo de autócratas como Putin, Netanyahu —y, cada vez más, Donald Trump—, que deshumanizan a ucranianos, gazatíes o inmigrantes para legitimar la barbarie. Esa línea se encuadra en el neopaganismo tecno que también difunden los millonarios Peter Thiel, Marc Andreessen o Brian Armstrong promoviendo a ideólogos como Curtis Yarvin y Balaji Srinivasan.

TESCREAL son las siglas de transhumanismo (individuos mejorados), extropianismo (alargamiento indefinido de la vida), sigularitarianismo (inteligencia artificial superior a la humana), cosmismo (colonizar planetas), racionalismo, altruismo eficaz y largoplacismo. Estas últimas ideologías exaltan el bienestar de la humanidad futura, justificando no ayudar a nadie en el presente. Trump ha pulverizado ya la ayuda exterior de Estados Unidos y está socavando la educación y la modesta seguridad social. La nueva plutocracia, que apoyó masivamente a los republicanos en las elecciones de 2024, prefiere el tecnofeudalismo a la democracia o el bien común, y por eso siembra individualismo, desconfianza y disgregación a través de redes sociales adictivas. Manipulando emociones básicas como la rabia y el miedo, instilan enfado contra la «élite global», la ONU, la UE, los gobiernos, la prensa (su impacto es marginal frente a las redes), los inmigrantes e incluso las mujeres, promoviendo la masculinidad tóxica. Los jóvenes pasan a ser entusiastas de las criptomonedas y los network states, de líderes libertarios o incluso de líderes fascistas que nunca conocieron. A esto se añade la desinformación de Rusia. Es hora de despertar.