Nagorno Karabaj pasa hambre
«El hambre es el arma invisible del genocidio», asegura un informe del ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional
Hace más de 250 días que 120.000 personas viven en la miseria. No tienen apenas electricidad, ni agua y no llegan suministros médicos ni alimentos. Las tiendas están vacías y las madres caminan kilómetros para encontrar con qué llenar los platos de sus hijos. Otras madres no pueden dar a luz a los hijos que portan en su seno porque están demasiado desnutridas como para que el embarazo llegue a término. Ni siquiera las ambulancias tienen gasolina para trasladar a los pacientes a los hospitales donde escasean las medicinas. Muchos en Arstaj sobreviven a la escasez gracias a lo que cosechan en los huertos de sus jardines.
Es la situación que ha provocado el cierre del corredor de Lachín de parte de Azerbaiyán. El paso es la única ruta que conecta Armenia con Artsaj, Nagorno Karabaj, y permanece bloqueado. Ni siquiera la Cruz Roja Internacional puede acceder para llevar asistencia humanitaria a la región que está lista para ser entregada.
«No hay crematorios, no hay ataques a machetazos. En este caso, el hambre es el arma invisible del genocidio. Sin un drástico cambio inmediato, este grupo de armenios será destruido en unas pocas semanas», asegura Luis Moreno Ocampo, exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional en un informe en el que condena la medida de Bakú como una forma de imponer estas condiciones de vida para provocar la destrucción de este grupo. El abogado argentino lamenta que la historia se repita porque «el hambre fue el arma del genocidio en 1915 y ahora Azerbaiyán está usando el hambre contra los armenios». Asegura que es necesario que la comunidad internacional reaccione.
Hasta el momento, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia, Argentina, Uruguay, España, Chipre, Grecia, Canadá, Países Bajos, Luxemburgo, Noruega y Lituania han pedido a Azerbaiyán que desbloquee el corredor de Lachín. El 22 de febrero, la ONU determinó que Azerbaiyán debe «tomar todas las medidas a su alcance para garantizar la libre circulación de personas, vehículos y carga a lo largo del corredor de Lachín en ambas direcciones», orden que fue incumplida a pesar de ser un fallo vinculante.
Esta misma semana se trató de la situación en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Varios funcionarios, incluida la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, pidieron a Azerbaiyán que restaure la libre circulación por el corredor. Por su parte, el representante de Azerbaiyán aseguró que todas las acusaciones son «infundadas». Bakú sostiene que el control del corredor es necesario para evitar el suministro ilícito de armas desde Armenia. Sobre el informe de Ocampo, Azerbaiyán asegura que «recoge graves errores de hecho, de derecho y de fondo». Desde el gobierno armenio repiten que el bloqueo en Arstaj supondrá la limpieza étnica del pueblo de Nagorno Karabaj.