Moshé Bendahan: «Tenemos que cuidar el mundo y su continuidad»
El rabino de Madrid analiza el papel de las religiones frente al cambio climático tras la cumbre interreligiosa del pasado lunes
¿Qué dice la tradición judía sobre el cuidado de la creación?
Hay varias fuentes. La primera aparece en el Génesis, donde se dice que Dios creó a Adán y Eva, los puso en el jardín del Edén y les concedió la tierra para que la trabajasen y la cuidasen. Por tanto, el hombre tiene la responsabilidad no solo de trabajarla, sino de velar por su continuidad. Además, hay una interpretación rabínica que, siguiendo el relato del Génesis, dice que Dios los puso delante de todos los árboles del jardín y les dijo: «Observa mi creación, cuán bella y agradable es, y todo lo que hice por ti. Ten cuidado de no dañar mi mundo, porque si lo alteras ya no habrá quién lo pueda componer». Todo lo que ponga en peligro la continuidad de la creación y deteriore la calidad de vida de las personas va en contra del judaísmo. Debemos conseguir que sea factible la reducción de energías fósiles y la emisión de gases.
¿Qué aportan las religiones en la lucha contra el cambio climático?
La toma de conciencia de que tenemos una responsabilidad de cuidar el mundo y asegurar su continuidad. Muchas veces nos enfocamos en lo inmediato y nos olvidamos del futuro. Podemos aportar el compromiso de la solidaridad y hacer hincapié en la responsabilidad colectiva. Creo, además, que la religión da sentido a la vida de muchas personas y, por tanto, los creyentes sabemos que somos administradores del mundo y tenemos la misión de cuidarlo.
Las religiones en España se han unido en una sola voz para defender el medio ambiente. ¿Qué significa esto?
Ha sido un encuentro importante que muestra el compromiso de las religiones. No somos ajenos a lo que está ocurriendo. No tenemos la llave para cambiar el mundo, pero sí nuestra voz y opinión, y queremos decir que este tema nos preocupa y que hay que velar por el bien común. El amor al prójimo no es solo para el que tenemos enfrente hoy, sino para los que vendrán en las próximas décadas. Debemos presionar para que se tomen medidas reales que cambien la situación.
¿Qué proponen desde el judaísmo?
Estamos ante un problema que va más allá de uno o dos grupos, o de un país. Afecta a toda la comunidad humana. Todas las naciones tienen que tomar conciencia y unirse. Si no lo hacen, es muy difícil que pueda haber un cambio. El único camino es el diálogo, la toma de conciencia y el trabajo en común. Las cumbres del clima van en esta línea, pero hay que tomar medidas más drásticas. La misión es mostrar nuestra voz siendo conscientes de las limitaciones, pues este problema nos desborda. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para mejorar la situación. Es complejo, pero no hay más remedio que luchar para asegurar un futuro para nuestros descendientes.
¿Qué opina del liderazgo del Papa Francisco en esta cuestión?
Está haciendo una gran labor para unir fuerzas. A través del diálogo interreligioso podemos conseguir que nuestra voz sea más fuerte y, por tanto, escuchada.
Las principales religiones de España –musulmanes, cristianos y judíos– coinciden en su postura frente al cambio climático: hay una necesidad de tomar conciencia de la situación y comprometerse en distintos ámbitos. Las generaciones futuras lo merecen y así lo ha establecido el propio Creador a través de los distintos textos sagrados, tal y como reconocieron sus líderes el pasado lunes en Madrid, en un encuentro organizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) en la Fundación Pablo VI. «Es muy importante el anuncio, la denuncia y el compromiso tanto a nivel personal como institucional», resumió el arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, el cardenal Juan José Omella, anfitrión del evento.