Morir en paz: un documental gratuito sobre la cultura de los paliativos
Goya Producciones ofrece en una página web específica información complementaria para el debate sobre la eutanasia. «Cuando piensas que la vida no es sagrada en sí misma, la cultura del descarte no tiene límites», asegura su fundador
Hay que hablar mucho más de los cuidados paliativos. Aunque la opinión pública sabe que existen, «no ha penetrado» una conciencia amplia sobre todo lo que se puede conseguir con ellos. Y como en el debate sobre la eutanasia con frecuencia «se han hecho preguntas trampa, mucha gente cree que la única manera de morir sin dolor es la eutanasia». Esto ha movido a Goya Producciones a lanzar este miércoles Morir en paz: Paliativos vs eutanasia, un documental que puede verse ya de forma totalmente gratuita en la página web morirenpaz.org. Lo explica Andrés Garrigó, fundador de la productora y director de la cinta.
«Los que piden la eutanasia, en realidad solo desean que les quiten el dolor, ignorando que hoy hay medios para eliminar el sufrimiento sin eliminar al sufriente», subraya en el filme el doctor Marcos Gómez Sancho, coordinador del Observatorio de Atención Médica al Final de la Vida de la Organización Médica Colegial. Los paliativos, añade el doctor Álvaro Gándara, expresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, «son la forma civilizada y progresista de atender enfermos terminales, y la sociedad tiene la obligación de hacerlo».
Más que fármacos
No se trata solo de dar a conocer que «la farmacología moderna puede solucionar el dolor» y, en último caso, ofrecer la sedación paliativa. Garrigó considera necesario difundir además que eso es solo una parte de «toda una cultura» del cuidado en los días, semanas o meses finales de la vida, que incluye la escucha empática o el trato con voluntarios.
Esto hace que en las unidades de paliativos los enfermos puedan poner «un broche de oro» a vidas a veces marcadas por el dolor o malas decisiones. Por ejemplo, acercándose a personas con las que habían tenido problemas, o pidiendo reconciliarse con Dios.
Volver a sonreír
De hecho, el fundador de Goya Producciones reconoce que, a pesar de que su nueva obra cuenta con testimonios de médicos con amplísima experiencia y de otros profesionales que explican la práctica de los paliativos en centros como la Fundación Vianorte-Laguna o el hospital Fundación Jiménez Díaz, lo que más le han impresionado ha sido entrevistar a las familias de personas que se han beneficiado de estos cuidados.
Por ejemplo, el director recuerda a «al viudo de una mujer que cuando ingresó no podía hacer nada y sufría una completa angustia, y volvió a sonreír y reír». O la historia de una persona «que pedía la eutanasia», sin tener ningún síntoma o sufrimiento físico que lo justificara. «Lo único que le pasaba era que tenía pánico a la muerte. Y después de muchas conversaciones se logró todo un cambio de perspectiva que le hizo querer vivir».
Para profundizar
Además de poder acceder al documental y a historias como esta, en la web puesta en marcha ex profeso por la productora se van a ir ofreciendo, cada semana, una serie de vídeos cortos en los que los protagonistas amplían sus aportaciones a Morir en paz. El sitio cuenta también con materiales adicionales de divulgación, recomendados por entidades colaboradoras como la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, la Fundación Jérome Lejeune, o la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos.
Un esfuerzo importante que Goya Producciones ofrece de forma gratuita con la colaboración de la ACdP, la Fundación Telefamilia y la Fundación Cari Filii y el apoyo de la iniciativa 40 Días por la Vida, entre otros. Al hacerlo así, confían en que también encuentre una amplia difusión en América Latina. Allí «lo que hagamos en España tiene mucha repercusión», explica Garrigós.
Más allá del ámbito hispanoparlante, esperan pronto poder emprender la traducción y el doblaje a otros idiomas. Para ello, piden donativos a través de la misma página. Garrigó considera necesario, por ejemplo, dar a conocer el fenómeno de pendiente resbaladiza, «que empieza con algunas excepciones y se va ampliando hasta convertir la eutanasia en un derecho, aplicarla a las personas con demencia o que no lo han pedido, o a los niños. En Holanda, están pensando ya en una píldora» para suicidarse cuando se está cansado de vivir. «Cuando piensas que la vida no es sagrada en sí misma, la cultura del descarte no tiene límites».
«Los católicos debemos movilizarnos»
El responsable de Goya Producciones considera prioritario difundir lo más posible Morir en paz, porque «no puede ser que un país tome una decisión tan drástica y peligrosa sin debate. Y como se ha intentado eludir este, cada uno debe utilizar su propia capacidad de contacto para crear un estado de opinión». Solo así y sin olvidar la oración se puede conseguir el «milagro» de que la eutanasia no salga adelante.
Pero, incluso si llega a ser legalizada, «hay que alcanzar a mucha gente para influir en las decisiones individuales y que cuando se le proponga, la gente diga que ni hablar» porque sepa que hay alternativas de acabar con el sufrimiento sin acabar con el sufriente. «Los católicos debemos salir de nuestra pasividad y movilizarnos» para lograrlo, y también para insistir ante el Estado en que «se destinen recursos para que todos tengamos el derecho a morir atendidos de esta manera», mediante los cuidados paliativos.
Por su parte, desde la productora también ven en la situación de pandemia «una oportunidad que hay que aprovechar». En primer lugar ellos mismos, pues supone un acicate para llegar a la gente por otras vías y formatos, como la plataforma de cine con valores Famiplay (famiplay.com). Por otro, en relación con el final de la vida, Garrigó considera que «ahora la gente puede informarse con más tranquilidad y tiene una conciencia más viva de la muerte y de lo trágico» que es morir solo, como ha ocurrido y está ocurriendo estos meses.