Misiones Salesianas hace un llamamiento a mejorar las condiciones de vida de los refugiados
La entidad está presente en 137 países de los cinco continentes y atiende a 500.000 desplazados. «En algunos campos de refugiados, como en Kakuma o Palabek, somos la única organización que vive dentro de los campos»
Más de 123 millones de personas se encuentran desplazadas de manera forzosa por conflictos armados, violencia extrema o violaciones graves de los derechos humanos. Un año más, el número de personas desplazas aumenta y ya 1 de cada 67 personas en el mundo es víctima de desplazamientos forzosos. De ellos, casi 43 millones tuvieron que refugiarse en otros países y más de 49 millones son niños y niñas.
Ante esta situación, desde Misiones Salesianas han hecho un llamamiento a la comunidad internacional en el contexto del Día Mundial de los Refugiados para «trabajar por la paz y la defensa de los derechos humanos», y para que «impulsen medidas que mejoren la calidad de vida de estas personas». La organización, por su parte, se compromete a seguir acompañando a las personas obligadas a huir de sus hogares.
En este sentido, destaca la presencia de los misioneros salesianos en 137 países de los cinco continentes, donde atienden a más de 500.000 personas desplazadas o refugiadas. «En algunos campos de refugiados, como en Kakuma o Palabek, somos la única organización que vive dentro de los campos. Los misioneros salesianos viven con y como las personas desplazadas para darles apoyo y consuelo», explica Luis Manuel Moral, director de Misiones Salesianas.
Esta labor se suma a la ayuda de primera necesidad, así como a un trabajo educativo que los misioneros salesianos desarrollan con el objetivo de ofrecer a los niños una herramienta con la que poder apuntalar su futuro. «Tan solo en Kakuma formamos cada año a más de 2.000 menores y jóvenes en los siete centros que tenemos. En todos esto años, más de 19.000 jóvenes se han graduado en alguna de nuestras escuelas técnica», añade Moral.
Asimismo, la entidad trabaja en lugares de conflicto como Ucrania, RD Congo o Myanmar, y también está presente en las fronteras de México, Turquía y Egipto, entre otras. Allí «tratamos de dar respuesta a personas obligadas a desplazarse».