Misionero en Tailandia: «Las conversiones surgen poco a poco de forma artesanal»
La experiencia de José María Rodríguez ha formado parte de la mesa redonda de testimonios de la Semana Española de Misionología que se está celebrando estos días en Burgos
«Necesitamos recordar constantemente, a los demás y a nosotros mismos, que no podemos separar ser discípulo y ser misioneros». Con estas palabras se expresa en conversación con Alfa y Omega José María Rodríguez, que lleva 29 años de misión en Tailandia y está participando en la Semana Española de Misionología que se celebra estos días en Burgos. Una vocación que, a pesar de llevar siempre en el corazón porque era catequista en su parroquia, descubrió tras participar en unas jornadas del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). «Me impresionó la autenticidad de los misioneros y su compromiso en todos los aspectos. Me dije a mí mismo: “Tengo que vivir más el estilo de Jesús”», relata.
Una de las cosas que más le marcaron fue colaborar, primero como seminarista y luego como sacerdote, con la Pastoral Gitana en un barrio de Burgos. Sin llevar programas concretos, sino uniéndose a los proyectos que ya habían emprendido los carmelitas allí. «Pasaba tiempo por las casas tomando café y estando con ellos. Nos íbamos de excursión y hablábamos mucho. Ellos sentían que eran importantes para mí y que los conocía por sus nombres», señala. «Estar con los gitanos me marcó mucho. Para mí significó descubrir un mundo, una riqueza y unos valores muy concretos; salir fuera estando en mi propio país. A los gitanos los tenemos en casa, ¿y cuánto conocemos de ellos?».
Prácticamente eso es lo que hace ahora en su misión en la parte noreste de Tailandia, en una zona «pobre, no turística y con pocos recursos». Allí la gente «es muy sencilla» y la mayoría vive de la agricultura de la caña de azúcar o del caucho. Rodríguez cuenta que él es uno de los tres misioneros diocesanos españoles que se encuentran en Tailandia. Una vez llegan al país, se ponen a disposición del obispo y se integran en el clero e Iglesias locales.
«A Tailandia hay que entrar por la puerta pequeña y sin hacer ruido», destaca el misionero. «Llegas como un niño pequeño, con todo por aprender. Además, estar allí ya es un valor que ellos aprecian». Igualmente, comenta que la relación con el budismo, que es la religión mayoritaria en ese país, es «de mucho respeto e interés» y que las conversiones van surgiendo poco a poco, «de forma artesanal».
El de José María Rodríguez fue uno de los testimonios que se compartieron en la mesa redonda que tuvo lugar el pasado miércoles en el marco de la Semana Española de Misionología. Esta cita anual la organizan de manera conjunta la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias, OMP, la archidiócesis de Burgos, y la Facultad de Teología del Norte de España.
El encuentro, que comenzó el día 2 de julio bajo el lema La oración, fuente e impulso de la misión, reúne a misioneros de diferentes sensibilidades y en diversos países del mundo. Además, durante toda la semana se podrá visitar la exposición fotográfica titulada Miradas sobre la misión de Selvas Amazónicas en la Facultad de Teología de Burgos.