Misión Emmanuel ofrece en Madrid «una acogida espiritual» a los peregrinos a Santiago - Alfa y Omega

Misión Emmanuel ofrece en Madrid «una acogida espiritual» a los peregrinos a Santiago

La comunidad de Tres Cantos muestra «una forma distinta de vivir» a los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela por el camino de Madrid

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Daniel Almagro junto a un peregrino húngaro y dos inmigrantes acogidos. Foto: Mision Emmanuele

«Todos los años recibimos a varios peregrinos que van a Santiago de Compostela por el camino de Madrid. La gente pasa por aquí porque ha oído hablar de nosotros, o porque ve desde el camino la cruz que tenemos a la entrada. Y nosotros les atendemos lo mejor que podemos, con agua, con fruta y algo de comer, y hay quien se queda también a dormir», dice Daniel Almagro, responsable de la casa de la Misión Emmanuel en la localidad madrileña de Tres Cantos.

«Suelen ser peregrinos que ya han hecho el Camino más veces, la mayoría extranjeros, que se ponen a andar para hacer un camino espiritual con el que nosotros también conectamos», añade. A pesar de que la misión está ahora reformando sus instalaciones, a Daniel le gustaría «poder acoger todavía a más peregrinos», la mayoría de los cuales «se quedan impresionados de la forma de vida que llevamos aquí».

De hecho, durante las horas que pasan en la Misión Emmanuel, los caminantes tienen la oportunidad de convivir con las personas que la comunidad tiene acogidas en sus instalaciones. En este sentido, Daniel –padre de siete hijos que también viven en la misión– explica que «nuestro objetivo es proponer a los católicos una forma distinta de vivir: una experiencia de vida comunitaria, con oración contemplativa en medio de la naturaleza y al servicio del prójimo necesitado». Eso se concreta en el día con la acogida a personas y familias, inmigrantes y españolas, con las que los miembros de la comunidad comparten su vida.

«Esto es una comunidad cristiana católica, una realidad que se ha perdido dentro de los cristianos de a pie, porque nos hemos vuelto un poco sosos, pero que es posible vivir cada uno desde su realidad. Es algo que proponemos a quien quiera conocernos. Cualquiera puede vivir el Evangelio de esta manera, con la confianza de que Dios no te va a abandonar», asegura Almagro.

El responsable de la Misión Emmanuel atestigua que «no dejamos a nadie indiferente», porque «vivimos a la intemperie, escuchamos a todo el mundo y no ofrecemos asistencialismo puro y duro, sino acogida sin paternalismos».