Misa de la CEE por los afectados de la DANA: «Dios no os ha abandonado»
En la homilía, Enrique Benavent ha expresado su deseo de que «la cercanía y la solidaridad de la Iglesia» con los afectados «os conforte y el sufrimiento se vea compensado por el afecto de todos»
El arzobispo de Valencia ha presidido este martes la Misa que la Conferencia Episcopal Española ha celebrado en la catedral de la Almudena, a partir de las 19:00 horas, para rezar por todos los afectados de la DANA, tanto los de Valencia, como los de Albacete y Cuenca.
«Cuando pensamos en los fallecidos y en sus familias que han quedado rotas, en las personas que han perdido sus casas, su trabajo, […] nuestros sentimientos son tan profundos que las palabras parecen insuficientes para decir un mensaje de esperanza», ha reconocido Enrique Benavent al inicio de su homilía.
A pesar de ello, ha expresado su deseo de «que la presencia y la oración de todos los obispos que hoy nos hemos reunido para celebrar esta Eucaristía», aprovechando la presencia de los prelados en la Asamblea Plenaria de la CEE, «ayudaran a sobrellevar con más esperanza estos momentos, a mitigar el terrible sufrimiento que están pasando».
Por ello, «deseamos que la cercanía y la solidaridad de la Iglesia os conforte y el sufrimiento se vea compensado por el afecto de todos». Pero los cristianos, añadió el prelado, «no nos podemos limitar a compartir el dolor. Si nos quedáramos en esto seríamos los más desgraciados de todos los hombres. Queremos, ante todo, compartir la esperanza».
En este sentido, Benavent ha parafraseado al Papa, cuando en la bula con la que convocaba el Jubileo 2025 decía que «las obras de misericordia son obras de esperanza», y ha añadido que «los cristianos no podemos ocultar que nuestra esperanza tiene un nombre: Cristo».
Por último, antes de invocar a la Virgen de los Desamparados —porque «junto a la cruz de Jesús está su madre»—, el arzobispo de Valencia ha pedido «que todos los afectados tengan también la certeza de que Dios no ha dejado de amarlos y de que no han sido abandonados por Él». Y ha asegurado que «el encuentro con el Señor y con su amor, en cualquier circunstancia, puede convertirse en un acontecimiento de gracia, porque puede ayudarnos a reconocer nuestra pobreza y nuestra pequeñez y a encontrar la alegría en el Señor».
Saludo de Argüello
A la celebración, en una catedral repleta de fieles madrileños, han acudido diversas autoridades civiles y religiosas. Entre los asistentes se encontraban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la directora general de Libertad Religiosa, Mercedes Murillo; y otros representantes de distintos partidos políticos, congregaciones religiosas y cuerpos de seguridad del Estado. También ha participado Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, y algunos representantes internacionales, como el embajador de la Orden de Malta, Jean-Marie Moussi.
Al inicio de la Eucaristía, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha destacado la importancia «de la caridad personal desde la cercanía», desde «la ayuda concreta» a las personas que han sufrido los efectos de la DANA y también la «caridad social y política, imprescindible a la hora de abordar la reconstrucción y el cuidado».
Tras agradecer al cardenal Cobo la acogida de la celebración y al arzobispo de Valencia Enrique Benavent, quien ha presidido la celebración, Argüello ha querido recordar también las localidades de Albacete y de otros lugares de España que también han sufrido las inundaciones. «Juntos, desde la débil fe, queremos sentirnos convocados en asamblea para dar testimonio de servicio».